La meningitis bacteriana es una enfermedad infecciosa de alta peligrosidad que, si no es diagnosticada y tratada a tiempo, puede generar lesiones neurológicas permanentes e, incluso, la muerte.
Todos los 24 de abril se conmemora el Día Mundial de la Meningitis con el objetivo de concientizar acerca de la necesidad de prevenir esta infección. Para eso, solo es necesario que los bebés y niños reciban la vacuna, de acuerdo con el Calendario Nacional de Vacunación:
Los lactantes -la población más vulnerable y con mayor riesgo de enfermar y morir-, deben recibir tres dosis a los 3, 5 y 15 meses de vida. Más adelante, a los de 11 años, deben recibir una dosis complementaria.
La bacteria que causa meningitis se transmite de persona a persona a través de secreciones respiratorias; es decir que puede contagiarse al besarse, estornudar, toser, compartir vasos o mate o convivir con otras personas enfermas en espacios chicos y mal ventilados.
Los niños pequeños, principalmente los menores de 1 año, son el grupo de riesgo que más se contagia. Los adolescentes puedden ser portadores de forma asintomática, pero transmitir la infección.
Los síntomas más frecuentes de la meningitis son similares a los de otras enfermedades: rigidez de nuca, fiebre elevada, fotofobia, confusión, cefalea y vómitos, pero, al tratarse de una infección que evoluciona rápidamente a cuadros graves, se sugiere consultar inmediatamente al pediatra.
Fuente: Sociedad Argentina de Pediatría