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14 julio, 2022

Las enfermedades respiratorias son más frecuentes durante el invierno y resultan la principal causa de internación y consulta médica. Afectan a toda la población, pero fundamentalmente, a los menores de 5 años y a las personas de más de 65 años.  En vísperas del período de receso escolar de invierno, en el que los espacios públicos se ven más frecuentados, es importante reforzar las medidas de prevención.

Para prevenir enfermedades respiratorias tales como la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis, la neumonía, y el COVID-19, entre otras, es importante tener las vacunas al día, incluidas las que figuran en el Calendario de Vacunación.

También es importante adoptar las siguientes medidas para evitar enfermarse o transmitir este tipo de afecciones respiratorias:

  • Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
  • Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
  • Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
  • Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
  • Mantener limpios los espacios de uso común.
  • No compartir cubiertos ni vasos.
  • Enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar.
  • Llevar una alimentación saludable, rica en vitaminas y minerales.
  • Hacer ejercicio con regularidad.
  • Evitar el consumo de tabaco.
  • Utilizar el tapabocas en lugares públicos.

En los bebés la prevención de la mayoría de las enfermedades empieza con la lactancia materna. A través de ella se transmiten defensas que les permiten en los primeros meses de vida -los de mayor vulnerabilidad a las infecciones- estar en mejores condiciones para enfrentarlas.

Disfrutar de las actividades compartidas y cuidarnos es una tarea posible, que la hacemos entre todos.

Mariana Ferrara

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2 agosto, 2021

Todos los años, del 1 al 7 de agosto, se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna con el fin de concientizar sobre los beneficios de esta práctica tanto para los bebés como para las madres.  Se ha comprobado que la lactancia materna mejora la supervivencia de los recién nacidos y los ayuda en su desarrollo. La leche materna transmite anticuerpos que aumentan las defensas del bebé y lo protegen contra enfermedades comunes de la primera etapa de vida. Además, la lactancia fortalece el vínculo afectivo entre madre e hijo y contribuye a la seguridad y estabilidad emocional del bebé.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan comenzar la lactancia materna dentro de la hora siguiente al nacimiento y mantenerla como alimento exclusivo de los bebés en sus primeros 6 meses de vida. Luego se puede continuar con la lactancia hasta los 2 años y complementar con alimentos adecuados que aporten nutrientes.

Lactancia materna y COVID-19

Según la OMS, no se ha detectado que el COVID-19 se transmita a través de la leche materna ni el amamantamiento, por lo que no existen motivos para evitar o interrumpir la lactancia. Por otra parte, se considera que los beneficios de la lactancia materna superan sustancialmente los posibles riesgos de transmisión y enfermedad asociados a la COVID-19.

De todas formas, para una lactancia segura se recomienda

  • Lavarse las manos con agua y jabón o alcohol al 70% antes de tocar al bebé.
  • Cubrirse la boca y la nariz con el pliegue interno del codo o con un pañuelo y posteriormente lavarse las manos.
  • En caso de ser positivo de COVID, o tener sospechas de serlo, se recomienda utilizar tapaboca o barbijo cuando se está con el bebé, incluso durante el amamantamiento. Vale recordar que los niños menores a dos años no deben usar mascarilla.
  • Si la madre está demasiado enferma para amamantar a su bebé debido al COVID-19 o a otras complicaciones, debería recibir ayuda para utilizar el sacaleches o considerar la opción de utilizar leche materna de donantes. Si nada de esto es posible, se debe recurrir a la lactancia artificial, siempre cuidando que el producto sea seguro y se prepare correctamente.

Por último, es importante destacar que la vacuna contra COVID-19 está recomendada para las personas sanas que están amamantando. Dado que ninguna de las vacunas que se utilizan contienen el virus vivo, no existe riesgo de transmisión, por lo que las madres podrán amamantar apenas vacunadas.

Fuentes:
Organización Panamericana de la Salud
Organización Mundial de la Salud

Karina Pontoriero

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20 julio, 2021

En la época más fría del año aumentan las enfermedades respiratorias, como gripe, catarro, bronquitis, bronquiolitis o neumonía. Estos cuadros, sumados a la pandemia por COVID-19, nos obligan a incrementar los cuidados, especialmente durante las vacaciones de invierno, cuando hay más gente circulando por las calles y se realizan encuentros sociales.

Mantener medidas de higiene sanitaria es clave para evitar el aumento de los contagios, no solo de COVID, sino de cualquier otro virus respiratorio. Es necesario:

  • Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o alcohol diluido al 70%
  • Mantener 2 metros de distancia social con otras personas
  • Usar el barbijo correctamente, especialmente en lugares cerrados y transporte público
  • En lo posible, evitar sitios muy concurridos
  • Ventilar constantemente los ambientes
  • Toser o estornudar en la cara interna del brazo
  • No compartir objetos de uso personal como mate, vasos, cubiertos, etc.
  • Evitar el contacto con personas que presenten síntomas.

En caso de presentar algún tipo de síntoma como fiebre superior a 37,5°, tos, dolor de garganta, pérdida del gusto o del olfato, deberá mantenerse aislado, contactar al sistema de salud (107 en CABA, 148 en Buenos Aires) y esperar las indicaciones.

En cuanto a los más chicos, mantener la lactancia materna hasta al menos los 6 meses de vida ayuda a prevenir infecciones respiratorias en los bebés. Es importante saber que si el niño o niña tiene síntomas como fiebre, mocos o dificultad para respirar (respira rápido, tiene ronquidos o silbidos); si se encuentra decaído y rechaza el alimento, se debe consultar al médico lo más pronto posible.

Cuidarnos es responsabilidad de todos.

Karina Pontoriero

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11 enero, 2021

¿Por qué es necesario vacunarse contra el coronavirus?

En la situación epidemiológica actual es de vital importancia instalar el concepto de las vacunas como un derecho que hay que ejercer y al Estado como responsable de proveer y asegurar el acceso a este insumo clave para toda la población.  Por otra parte, las vacunas también son una responsabilidad de todos los ciudadanos: Al vacunarnos nos protegemos a nosotros mismos y a quienes no están vacunados, lo que se conoce como “efecto rebaño”.

Si todos los individuos que tienen indicación se vacunan en tiempo y forma, desde el punto de vista de la salud pública, se interrumpe la circulación de los gérmenes, se beneficia la sociedad y se protege a quienes no pueden vacunarse, como niños, embarazadas, inmunocomprometidos, etc.

¿Es obligatorio aplicarse la vacuna contra Covid-19?

La vacuna que protege contra el Covid-19 no es obligatoria, pero es importante en este momento construir y fomentar la aceptación y confianza en la vacunación como una estrategia de salud pública solidaria, equitativa y beneficiosa para el bienestar y la salud de las personas y de la población.

El objetivo de la Campaña Nacional de Vacunación contra Covid-19 es vacunar a la población objetivo en el menor tiempo posible, manteniendo las medidas de cuidado. Por el momento, es prioritario que reciban la vacuna:

  • Personal de salud (escalonamiento en función de la estrategia de riesgo de la actividad)
  • Adultos mayores de 70 años y quienes vivan en hogares o geriátricos
  • Adultos de 60 a 69 años
  • Fuerzas armadas, de seguridad y personal de servicio penitenciario
  • Adultos de 18 a 59 años pertenecientes a grupo de riesgo
  • Personal docente y no docente
  • Otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y la disponibilidad de dosis

¿Por qué hay que seguir manteniendo cuidados incluso después de vacunarse?

Hasta tanto se determine la eficacia definitiva de la vacuna, las medidas de prevención deben sostenerse. La vacunación se realizará en etapas, por lo que la disminución de la circulación viral no será inmediata. Mientras persistan personas susceptibles puede seguir existiendo personas enfermas que contagien, por eso los cuidados como uso de tapabocas, distancia social y lavado frecuente de manos, seguirán siendo medidas de cumplimiento necesario para evitar o disminuir la propagación del virus.

¿Es normal que una vacuna produzca efectos adversos? ¿Cuáles podrían ser?

Los eventos adversos son esperables ante la aplicación de cualquier vacuna. Respecto de las vacunas en estudio contra el COVID 19, estos efectos son, principalmente, leves o moderados y pueden desarrollarse en el transcurso del primer o segundo día después de la vacunación.

Los efectos adversos más frecuentes son dolor en el lugar de la inyección y/o hinchazón; fiebre, malestar general, dolor de cabeza y mialgia, entre otros.

¿Qué significa que una vacuna sea aprobada por ANMAT?

En la Argentina, la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) debe autorizar una nueva vacuna de acuerdo a normas nacionales. Usualmente, se siguen los lineamientos generales de aprobación de un medicamento que implican, por un lado, la evaluación de la información para el registro del producto (resultados de ensayos preclínicos y clínicos, pruebas de estabilidad, esterilidad, etcétera) y, por el otro, una inspección al establecimiento productor, distribuidor o importador para habilitarlo y verificar las condiciones de producción y control de calidad.

Para el caso de emergencias o cuando las condiciones sanitarias hagan necesaria la disponibilidad de vacunas en desarrollo o de reducida disponibilidad de datos de seguridad y eficacia, las mismas podrán ser autorizadas conforme al procedimiento específico establecido por esta ANMAT, a fin de evaluar las condiciones de riesgo/beneficio para la disponibilidad de esa vacuna en el marco de la estrategia que fije nuestro país.

FUENTES:

  • Ministerio de Salud de la Nación
  • Sociedad Argentina de Infectología (SADI)
  • Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)

 

Karina Pontoriero

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14 octubre, 2020

Millones de niños mueren cada año a causa de infecciones que podrían prevenirse con una correcta higiene de manos. Lavarse las manos frecuentemente evita no solo la propagación del coronavirus, sino que también previene enfermedades como gripe, tuberculosis, neumonía, bronquitis, cólera, hepatitis B y diarrea, entre otras.

En definitiva, la higiene de manos es la medida más relevante para evitar la transmisión de gérmenes perjudiciales y evitar infecciones.

Incorporar este hábito es saludable, simple, rápido y económico. Basta con lavarse profundamente las manos con agua y jabón o con alguna solución a base de alcohol, como el alcohol en gel. Pero, ¿en qué momento debemos hacerlo?  En el contexto actual, por la pandemia del Covid-19, es necesario higienizarse las manos:

  • Después de estornudar, toser o sonarse la nariz.
  • Después de viajar en transporte público, tocar dinero o superficies muy transitadas.
  • Al ingresar al hogar o trabajo desde la calle.
  • Antes y después de comer.
  • Antes de cuidar a una persona enferma (y frecuentemente durante su cuidado).

Además, para prevenir otras enfermedades, es importante lavarse correctamente las manos tras ir al baño, después de cambiar pañales o de acompañar a un menor al baño; antes y después de comer; luego de tocar animales, después de manipular basura y siempre que las manos se vean sucias.

Para disminuir las posibilidades de transmitir enfermedades a través de las manos, el lavado debe durar unos 40 segundos y abarcar toda la mano (palma, dorso, dedos, muñecas). Siempre que sea posible, es preferible utilizar agua y jabón antes que una solución en base a alcohol, debido a que el alcohol en gel mata el virus que causa el Covid-19, pero es ineficaz contra otros tipos de bacterias y virus como el rotavirus, por ejemplo.

Otras medidas que previenen el coronavirus son:

  • Toser o estornudar en la cara interna del codo o en un pañuelo de papel, que deberá desecharse inmediatamente.
  • Evitar tocarse la boca, la nariz y los ojos.
  • Mantener al menos 1,5 metros de distancia con otras personas y evitar el contacto físico (no darse la mano, abrazar ni besar a otras personas).
  • No compartir mate, vasos ni utensilios.
  • Evitar el contacto directo con cualquier persona que presente síntomas similares a los de la gripe o el resfriado.
  • Del mismo modo, aislarse si se presenta alguno de los síntomas de coronavirus y ponerse en contacto con el sistema de salud.
  • Desinfectar frecuentemente las superficies como mesas, mesadas, pisos, etc.

Si cada uno se cuida, nos cuidamos todos.

Karina Pontoriero

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9 octubre, 2020

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) alrededor de 1000 millones de personas viven con un trastorno mental, cifra que se ha incrementado a raíz de la pandemia por coronavirus que trajo aparejadas consecuencias en la salud mental.

Durante los primeros tres meses del aislamiento preventivo obligatorio decretado el 19 de marzo pasado, se han multiplicado los casos de psicopatologías. De acuerdo con las estadísticas de Acudir Emergencias Médicas, las consultas por ataques de pánico aumentaron un 96% respecto del mismo período de 2019, mientras que las crisis de angustia subieron un 38%.  Esto se debe a que la vida cotidiana se vio alterada como resultado de la pandemia y al miedo a contagiarse se sumaron la incertidumbre sobre el futuro y una profunda crisis laboral y económica.

Desde el comienzo de la pandemia, toda la humanidad debió afrontar diversos desafíos. “El personal de salud presta sus servicios en circunstancias difíciles; los estudiantes han tenido que adaptarse a las clases online, con escaso contacto con profesores y compañeros; los trabajadores vieron su fuente de empleo amenazada; las personas atrapadas en la pobreza o en entornos humanitarios frágiles con muy poca protección contra la COVID-19; y aquellas personas con afecciones de salud mental, que están todavía más aisladas socialmente que antes. A todo esto se suma el dolor de perder a un ser querido, a veces sin haber podido despedirse”, enumera la OMS.

Todo esto augura un incremento en la necesidad de las personas de recibir apoyo en materia de salud mental. Por ello, para el Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora cada 10 de octubre, la OMS, puso en marcha la campaña “Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella”, para poner fin a la estigmatización de las personas con enfermedades mentales y brindar un mayor acceso a los tratamientos. Por otra parte, insta a que todas las personas realicen algunas acciones que favorecen a la salud mental, como:

  • Evitar consumir información en exceso.
  • No estigmatizar ni culpar a quienes se contagian de coronavirus.
  • Mantener contacto con amigos, vecinos, familiares, adultos mayores, aprovechando la tecnología y/o cumpliendo con las medidas de cuidado (uso de tapabocas, higiene de manos, distanciamiento social).
  • Buscar o crear momentos positivos en soledad y en familia: leer, escuchar música, compartir juegos en familia, etc.
  • Ayudar a otros si es posible, especialmente a las personas que están atravesando un mal momento económico o aquellas personas de riesgo que no pueden salir a la calle.

 

Karina Pontoriero

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2 septiembre, 2020

La Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI) organiza el XXIII Congreso Argentino de Salud que comienza el próximo jueves 3 de septiembre con la participación de Acudir Emergencias Médicas como patrocinador. El Congreso, que tratará sobre “La salud en tiempos de COVID-19”, se desarrollará en 5 jornadas virtuales durante septiembre y octubre.

El presidente de ACAMI, Lic. Hugo Magonza, dirigirá unas palabras de bienvenida antes de comenzar con el primer módulo titulado “¿Cómo tratar el COVID? Análisis y perspectiva de un punto de vista sanitario, una mirada desde la experiencia de Estados Unidos y España”. Para desarrollar este panel se tomará como referencia una conferencia del Dr. Ginés González García, Ministro de Salud de la Nación. Los disertantes serán el Dr. Oscar Cingolani, profesor e investigador en la Universidad Johns Hopkins y el Dr. Josep Argimon, Director del Instituto Catalán de la Salud.  Coordinará el periodista Ricardo Martínez Puente.

 

El programa continuará con los siguientes módulos:

  • Impacto psicosocial del aislamiento comunitario.
  • Cómo afectó y cómo respondieron los países latinoamericanos.
  • La comunicación en tiempos de crisis. Uso y abuso de la información médica.
  • ¿Es sustentable el sistema sanitario post pandemia? ¿Era sustentable aún sin ella?

Algunos de los disertantes serán el Dr. Sebastián Lipina, investigador del CONICET, El Dr. Reinaldo Scheibe, presidente de Abrange (Brasil); los periodistas Luciana Geuna y Gonzalo Aziz; Guillermo Lorenzo, Director General del Instituto de Diagnóstico y Tratamiento, Claudio Belocopitt y Héctor Daer, presidente de Uní América y Secretario General de la CGT.

Para más información sobre el Congreso, puede hacer click aquí.

Karina Pontoriero

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19 agosto, 2020

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) categorizó como pandemia al virus causante de la enfermedad COVID-19, la vida de todo el mundo ha cambiado. Al tratarse de un virus nuevo, de alta contagiosidad, cuya información es dinámica y sufre modificaciones, muchas personas viven con incertidumbre y no saben cómo actuar ante determinadas situaciones de emergencia como es el caso de asistir a alguien que necesita Reanimación Cardiopulmonar (RCP).

Al respecto, el Consejo Argentino de Resucitación (CAR) publicó una serie de recomendaciones para realizar RCP en contexto de pandemia. Alrededor del 70% de los paros cardiorrespiratorios ocurren en el hogar, donde, mayoritariamente, las primeras personas que asisten a la víctima ya han mantenido un contacto estrecho con ella. Esto supone un riesgo de contagio menor respecto de la asistencia en la vía pública o en una institución médica. En cualquier caso, siempre es necesario actuar tomando las mayores precauciones para minimizar las posibilidades de contagio entre la víctima y el primer respondedor, garantizar los mejores resultados y reducir el daño del paciente.

A continuación, compartimos los pasos a seguir para realizar una RCP segura en contexto de pandemia:

  1. Observe durante 10 segundos si la persona realiza movimientos respiratorios.
  2. Si está solo llame al 107 o 911 y ponga el teléfono en alta voz.
  3. Si hay otra persona, pídale que busque un DEA en caso de que sea posible.
  4. Indique claramente lo que está pasando y brinde datos certeros de su ubicación para que una ambulancia se acerque lo más pronto posible al domicilio.
  5. Cubra su boca con barbijo o tapaboca.
  6. Si la víctima no tiene tapaboca, cúbrale la boca y la nariz con alguna prenda de vestir o tela.
  7. Inicie RCP solo con las manos. No realice ventilaciones (respiración boca a boca). Si no sabe realizar RCP, el operador telefónico del sistema de emergencias lo ayudará. Siga sus indicaciones.
  8. Si es posible, utilice el DEA.

Cuando llegue la ambulancia, deje que los profesionales de la salud se hagan cargo de la situación.

Fuente: Consejo Argentino de Resucitación

Karina Pontoriero

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3 agosto, 2020

Es sabido que la lactancia materna desde el nacimiento ayuda al desarrollo del bebé, refuerza sus defensas y, como consecuencia, evita enfermedades comunes como bronquiolitis o diarreas. Además, fortalece el vínculo madre e hijo y protege a la madre de muchas enfermedades como cáncer de mama, hipertensión, anemia, osteoporosis e incluso de la depresión postparto.

En plena pandemia es normal que surjan dudas respecto de la seguridad de la lactancia materna; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud de la Nación (MSN) informan que hasta la fecha no se ha detectado la transmisión de casos activos de COVID-19 a través de la leche materna ni de la lactancia y tampoco se ha detectado el virus activo en la leche materna de ninguna mujer con confirmación de la enfermedad, por lo que nada indica que deba interrumpirse el amamantamiento cuando la mujer sospecha o confirma que es COVID-19 positivo. Si bien los investigadores continúan realizando estudios, los especialistas consideran que los beneficios de la lactancia materna superan los posibles riesgos de transmisión y enfermedad asociados al COVID-19, teniendo en cuenta que en la gran mayoría de los pocos casos positivos en niños -siempre por fuentes distintas a la lactancia materna-, la enfermedad ha sido asintomática o ha cursado con síntomas leves.

De todas formas, es recomendable tomar medidas de higiene adecuadas para prevenir un posible contagio de COVID-19, en caso de que la madre tenga sospechas o sea COVID-19 positivo. Estas medidas son:

  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con alcohol al 70%, especialmente antes de tocar al bebé.
  • Utilizar tapabocas o barbijo limpio mientras está amamantando al bebé. Es importante que el tapabocas cubra desde la nariz hasta el mentón para que cumpla su función. Una vez que termine de dar la teta debe desechar el barbijo o lavarlo con agua y jabón si se trata de un tapabocas reutilizable.
  • Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al estornudar o toser, desechar el pañuelo y lavarse nuevamente las manos.
  • Si no tiene tapaboca, igualmente puede amamantar extremando las demás medidas de prevención como lavado frecuente de manos antes de tocar al bebé, taparse con un pañuelo al toser o estornudar y mantener la higiene de las superficies.

En resumen, la lactancia materna brinda a los bebés incontables beneficios para su salud y desarrollo que perdurarán toda su vida, por lo que no hay ningún motivo evidente para suspenderla durante la pandemia.

Fuente: Organización Mundial de la Salud

Karina Pontoriero

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21 julio, 2020

Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia por el nuevo coronavirus, las personas de todo el mundo debieron adoptar nuevos hábitos con el fin de evitar o disminuir la propagación del virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad de COVID-19. Estas medidas de higiene sanitaria reducen también las posibilidades de contraer otras enfermedades comunes en la época invernal, como gripe, bronquitis, neumonía o bronquiolitis.

Para reducir el contagio, tanto de COVID-19 como de otras enfermedades respiratorias, es necesario:

  • Lavarse frecuentemente las manos, especialmente al llegar a casa o al trabajo desde la calle, antes de manipular alimentos, antes de comer, después de ir al baño y después de tocar dinero u otros objetos, como las compras del supermercado.
  • Usar barbijo o tapaboca en la calle, en el transporte público de pasajeros, comercios, etc.
  • Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con la cara interna del codo o con un pañuelo de papel que deberá descartarse inmediatamente.
  • Mantener distancia social de al menos 2 metros con otras personas.
  • Ventilar a diario los ambientes de la casa, incluso en días de baja temperatura.
  • Evitar los sitios cerrados o donde no se pueda respetar la distancia social.
  • No compartir objetos de uso personal como mate, vasos, cubiertos, etc.
  • Evitar el contacto con personas que presenten síntomas.
  • En caso de presentar algún tipo de síntoma como fiebre de 37,5° o más, tos, dolor de garganta, pérdida del gusto o del olfato, deberá mantenerse aislado, contactar al sistema de salud (107 en CABA, 148 en Buenos Aires) y esperar las indicaciones de los referentes. En ningún caso se automedique ni consuma remedios caseros.

Para prevenir enfermedades respiratorias (y otras enfermedades) es esencial estar al día con el Calendario Nacional de Vacunación. Los centros vacunatorios cumplen estrictos protocolos de atención para evitar el contagio de coronavirus.

Tenga en cuenta que la vacuna contra la gripe es obligatoria para el personal de la salud, los adultos mayores de 65 años, las mujeres embarazadas y puérperas hasta 10 días posteriores al parto y personas con factores de riesgo. Por otro lado, la vacuna contra el neumococo la deben recibir los bebés de 2, 4 y 12 meses; los adultos mayores de 65 años y las personas que tienen entre 5 y 64 años con problemas en su sistema inmunológico o enfermedades crónicas. Por último, otras vacunas del Calendario que protegen a la población son la Quíntuple (bebés a los 2, 4 y 6 meses de vida más un refuerzo entre los 15 a 18 meses); la Triple bacteriana celular (una dosis a la edad de ingreso a la escuela primaria) y la Triple bacteriana acelular (una dosis a los 11 años y otra en cada embarazo, después de la semana 20 de gestación).

Enfermedades respiratorias en bebés

Mantener la lactancia materna hasta al menos los 6 meses de vida contribuye a prevenir infecciones respiratorias en los bebés. Es importante tener en cuenta que un bebé necesita atención inmediata cuando respira rápido y con silbidos o ronquidos; si se le hunde el pecho al respirar; está decaído o se niega a comer; está irritable y le cuesta dormirse, tiene 38° o más de temperatura, tiene un color azulado en la piel, las uñas o los labios. Ante cualquiera de estos síntomas, hay que consultar a un médico lo más pronto posible.

 

Karina Pontoriero

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