El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, produciendo que se inflamen y se estrechen, lo que genera dificultad para respirar. Las vías respiratorias son tubos que transportan aire, a través de la boca o la nariz, dentro y fuera de los pulmones. Al inflamarse provocan disnea o falta de aire.
Los síntomas son:
- Dificultad para respirar.
- Dolor u opresión en el pecho.
- Tos.
- Sibilancias (silbidos al respirar).
- Dificultad para hablar o hacerlo muy entrecortado.
- Dificultad para dormir, causado por la falta de aliento, tos o sibilancia.
Primeros Auxilios.
En caso de una crisis asmática es recomendable seguir las siguientes indicaciones:
- Mantener la calma.
- Sentar a la persona, sostenerla y mantenerla lo más recta posible, para favorecer el ingreso de aire.
- Aflojar las prendas ajustadas, particularmente aquellas que rodeen el cuello (camisa, corbata, etc.).
- Verificar si la persona tiene la medicación indicada previamente por personal médico. Administrarla.
- El puff usualmente indicado en asma se administra por inhalación, con o sin cámara espaciadora.
- En caso de que la persona no posea la medicación o no mejore con ella, llamar inmediatamente al servicio de urgencias y emergencias.
En esta época del año, donde los primeros fríos se asoman, los síntomas del asma tienden a empeorar si las vías respiratorias se irritan e inflaman. Es aconsejable que las personas con asma se vacunen contra la gripe.