NOVEDADES

No more posts

golpes-de-calor.jpg

9 diciembre, 2021

Deshidratación, golpes de calor y quemaduras son algunas de las consecuencias que podemos sufrir en los días de verano o con temperaturas muy altas. Todo esto se puede prevenir si somos cuidadosos y tomamos algunos de los recaudos que compartimos a continuación:

  1. Tomá abundante líquido para mantenerte hidratado. Si no tenés sed, igual consumí algunos sorbos de agua para evitar complicaciones.
  2. Evitá consumir gaseosas o alcohol.
  3. Si la temperatura es muy alta, reducí la intensidad de la actividad física. No olvides tomar agua mientras hacés ejercicio. Tratá de aprovechar la primera o la última hora del día, que suelen ser las más frescas.
  4. Evitá la exposición directa al sol entre las 10 y las 17 horas. Siempre usá protector solar, aunque esté nublado.
  5. Es recomendable el uso de anteojos de sol, sombrero y ropa holgada de colores claros.
  6. Aumentá el consumo de frutas y verduras.
  7. Los bebés de 6 meses o menos no deben ser expuestos al sol. Tampoco se les puede colocar ningún tipo de protección solar.

Los síntomas más comunes de un golpe de calor son: dolor de cabeza, náuseas, mareos, confusión, piel enrojecida, caliente o seca, fiebre muy alta. Si una persona presenta alguno de los síntomas mencionados se recomienda llevarla a un lugar fresco, donde no esté expuesta directamente al sol, darle agua fresca, mojar la ropa con agua y colocarle una bolsa de hielo en la cabeza. Si no mejora o empeora, es conveniente llamar al servició médico para que brinde asistencia.

Los bebés y niños, los adultos mayores de 65 años, las personas embarazadas y quienes tienen alguna enfermedad crónica son considerados grupos de riesgo y más vulnerables a sufrir golpes de calor.

 

Karina Pontoriero

mujer-joven-sombrero-protector-solar-forma-sol-su-espalda_83055-928.jpg

28 diciembre, 2020

En verano, cuando pasamos más tiempo al aire libre, expuestos al sol y las altas temperaturas, es necesario extremar algunos cuidados para prevenir deshidratación, quemaduras y accidentes en el agua, entre otras enfermedades muy comunes de la temporada estival. Para eso, compartimos las siguientes recomendaciones:

Evitar la deshidratación

La deshidratación es muy común en días de altas temperaturas y suele ocurrir porque consumimos poco líquido. Para prevenir este cuadro es fundamental beber al menos 2 litros de agua a lo largo de todo el día, especialmente mientras hacemos actividad y aumentar el consumo de frutas y verduras. Las bebidas que reponen sales minerales, tipo Gatorade, también son recomendadas. Un tip: No esperar a tener sed o presentar resequedad en la boca para beber líquido.

Cuidarse del sol

Para prevenir quemaduras y la exposición a rayos UV, es necesario usar siempre protección solar, aunque esté nublado, y renovar su aplicación cada 2 horas o cada vez que se sale del agua. Es recomendable no tomar sol entre las 10 y las 16 hs.

Si bien tomar sol aporta muchos beneficios (aumenta la calidad del sueño, aporta vitamina D a nuestros huesos, equilibra el colesterol, estimula la vasodilatación y reduce la presión sanguínea, entre otros beneficios), siempre hay que hacerlo con precaución, con la protección adecuada y por lapsos breves de 15 a 30 minutos en los horarios recomendados.

Prevenir accidentes en el agua

Los ahogamientos en la pileta o la playa pueden ocurrir, incluso, en zonas muy poco profundas. Es responsabilidad de los adultos respetar las señales de las banderas en la playa, educar a los niños y extremar los cuidados para evitar accidentes. Los niños menores de 5 años deben ingresar siempre con salvavidas al agua.

Las piletas deberían estar cercadas, con rejas de más de 1,2 metros de altura y un espacio no mayor a 10 centímetros entre cada barrote para que los niños no las atraviesen. Además, sería ideal que tuvieran bordes antideslizantes.

Conservar la cadena de frío de los alimentos

Las intoxicaciones por alimentos también son comunes en época de altas temperaturas debido a que el calor puede acelerar el proceso de descomposición y, como consecuencia, ocasionar diarrea, vómitos y/o deshidratación. Para evitar todo esto, deberá asegurarse de que los alimentos mantengan la cadena de frío. También es importante guardar los alimentos donde no haya moscas u otros focos de gérmenes y lavarse bien las manos antes de manipular comida.

Picaduras de mosquitos y alacranes 

Usar repelente y aplicar nuevamente cada 4 o 6 horas y luego de salir del agua. Si es posible, colocar mosquiteros en las ventanas o cubrir cunas y camas con tul. De esta forma, minimizamos la posibilidad de sufrir picaduras de insectos que pueden generar inflamaciones, infecciones o fiebre.

Para prevenir la picadura de los mosquitos que provocan Dengue, Zika o Chikungunya y de los alacranes es necesario mantener la casa limpia, no acumular escombros, vaciar tachos que acumulen agua, renovar diariamente el agua de las mascotas, sacudir la ropa antes de vestirse y las sábanas antes de acostarse.

Si seguimos estos consejos, podremos vivir un verano saludable y sin accidentes.

Karina Pontoriero

sol.jpeg

3 febrero, 2020
En el verano estamos más expuestos al sol, por eso es muy importante extremar los cuidados para evitar daños y reducir los riesgos de cáncer de piel.

El protector solar debe ser utilizado durante todo el año en el rostro y por las personas que se exponen de manera diaria a la luz solar. Su correcto uso disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de piel y previene de la resequedad, aparición de manchas y arrugas, envejecimiento cutáneo precoz, aumento del número de lunares y variadas alteraciones oculares. Debe aplicarse a diario, incluso en los días nublados, de mínimo un FPS 30+, media hora antes de la exposición al sol y volver a aplicarlo cada 2 horas, o aún con mayor frecuencia si se moja o hay sudoración profusa.

Otras recomendaciones para cuidarse la piel y prevenir complicaciones son:

  • Evitar exponerse al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
  • Aplicarse crema después de la ducha, cuando la piel aún está húmeda. Esto favorece la retención del agua y una mayor absorción.
  • Elegir el producto adecuado para cada tipo de piel: existen compuestos que ayudan a mantener la piel hidratada (como la glicerina) y otros que contribuyen a prevenir la pérdida de líquido (siliconas, óxido de zinc y aceites minerales). También existen emolientes que restauran la capa más externa de la piel (los ácidos grasos, el colesterol, el ácido hialurónico, etc.). No es aconsejable elegir la crema de la góndola sin leer la etiqueta. Si necesita orientación, consulte con su dermatólogo.
  • Exfoliar la piel de manera diaria para permitir una correcta oxigenación e incrementar la capacidad de hidratación (con la edad la renovación celular y descamación disminuyen y provocan resequedad).
  • Aumentar el consumo de agua potable fresca. Una correcta hidratación incluye al menos 8 vasos diarios de agua.
  • Llevar una dieta equilibrada y variada en proteínas, vitaminas y ácidos grasos es clave para formar nuevas células y mantener nutrida nuestra piel. Existen algunos alimentos que son extremadamente beneficiosos y le otorgan un aspecto más sano, saludable y radiante a la piel como: chocolate negro, avena, zanahoria, naranja, palta, tomate, kiwi, frutos rojos, pepino y nuez.

Tomar sol aporta muchos beneficios: mejora el aspecto de la piel con acné y el estado de ánimo; aumenta la calidad del sueño, aporta vitamina D a nuestros huesos, equilibra el colesterol, estimula la vasodilatación y reduce la presión sanguínea, entre otros, pero siempre es necesario hacerlo con precaución, con la protección adecuada y por lapsos breves de 15 a 30 minutos, en los horarios recomendados.

Fuente: Consenso Salud

Karina Pontoriero

botiquin-primeros-auxilios-vista-superior_117856-459.jpg

27 diciembre, 2019

Siempre es importante contar en el hogar con un pequeño botiquín que tenga los insumos necesarios para brindar los primeros auxilios. Del mismo modo, armar un botiquín para llevar a un viaje, por más corto que éste sea, es fundamental para tratar malestares o enfermedades comunes.  Si alguna de las personas que viajan o habitan el hogar tiene una enfermedad crónica o preexistente, debe llevar siempre la medicación correspondiente y una receta médica para cualquier eventualidad. En cualquier caso, tener a mano o en lugar visible el teléfono de emergencias del lugar.

El botiquín de primeros auxilios debe ser fácil de transportar, en caso de que sea necesario llevarlo hasta donde está el paciente.

¿Qué se debe incluir en el botiquín?

  •  Alcohol etílico
  • Agua oxigenada
  • Algún antiséptico tipo Pervinox para desinfectar heridas.
  • Apósitos adhesivos (Curitas) para heridas leves.
  • Gasas esterilizadas para cubrir y proteger heridas.
  • Cinta hipoalergénica
  • Guantes descartables de latex o vinilo
  • Termómetro
  • Analgésicos
  • Antifebril
  • Antidiarréico

También se puede agregar al botiquín para hacerlo más completo:

  • Linterna
  • Tijeras
  • Repelente
  • Protector solar
  • Pastillas potabilizadoras de agua
  • Bolsas tipo Ziploc (con cierre hermético)

Si el viaje es a un destino exótico o poco común, se recomienda hacer una consulta con un especialista en medicina del viajero, quien brindará asesoramiento sobre la preparación previa, vacunas necesarias, cuidados generales en caso de tener alguna enfermedad preexistente, prevención de enfermedades transmitidas por consumo de agua y alimentos o picaduras de insectos, prevención de accidentes en caso de realizar actividades riesgosas, entre otros temas.

Karina Pontoriero

dama-sentada-leyendo-playa-relajarse-banco-hermosa-playa-arena-blanca_1150-6336.jpg

28 enero, 2019

Hongos, quemaduras solares, deshidratación, otitis o alergias son las enfermedades más comunes del verano. El contacto frecuente con el agua, humedad y las altas temperaturas son algunos de los factores que favorecen su desarrollo.

Con solo tomar algunas precauciones se pueden prevenir estas enfermedades:

Deshidratación

Las personas mayores y los niños son los principales grupos de riesgo. La mejor forma de evitar o revertir la deshidratación es tomando mucha agua e incluyendo bebidas isotónicas (tipo Gatorade). En días muy calurosos no hay que esperar a tener sed para beber.

Intoxicación

Es fundamental asegurarse de que los alimentos a consumir estén en buen estado. El calor puede acelerar el proceso de descomposición y causar diarreas, vómitos o náuseas, con la consecuente pérdida de líquidos. ¿Cómo prevenir?  Mantener la cadena de frío, guardar los alimentos donde no haya moscas u otros focos de gérmenes y lavarse bien las manos antes de manipular los alimentos.

Quemaduras solares

Dos reglas fundamentales: Usar protector solar y renovar su aplicación cada 2 horas o después de salir del agua es clave para prevenir quemaduras. En lo posible, no exponerse al sol entre las 11 y las 16 hs.

Alergias y picaduras

Las picaduras de insectos pueden generar inflamaciones, infecciones o fiebre. En el caso de los  mosquitos es importante estar atentos si se presenta alguno de los síntomas asociados a Dengue, Zika o Chikungunya. Si la picadura es de alacrán, se debe aplicar hielo y consultar a un médico.  Cuando la que pica es una abeja o avispa hay que quitar el aguijón con algún elemento sin filo, como una tarjeta de crédito.

Prevención:

  • Usar repelente y aplicar nuevamente cada 4 o 6 horas y luego de salir del agua.
  • Si es posible, colocar mosquiteros en las ventanas o cubrir cunas y camas con tul.
  • Mantener la casa limpia, no acumular escombros, vaciar tachos que acumulen aguar y renovar diariamente el agua de las mascotas.
  • Sacudir la ropa antes de vestirse y las sábanas antes de acostarse.

Hongos

El uso de piletas, duchas y baños públicos permite la proliferación de hongos. La mejor forma de evitarlos es usar ojotas, incluso en la ducha, y secarse bien el cuerpo y entre los dedos luego de cada baño.

Otitis

Permanecer mucho tiempo en el agua favorece la otitis, que no es otra cosa que una infección en el oído. Puede producirse por acumulación de agua en el oído, que se complica si esa agua tiene bacterias.  Se previene limpiándose y secándose bien los oídos al salir del agua. También se pueden usar tapones.

 

Karina Pontoriero

sed.jpg

11 enero, 2019

Los días calurosos puedes ser peligrosos para nuestro organismo. La deshidratación -definida como ausencia o pérdida de sales minerales y agua en el cuerpo- puede afectar nuestro rendimiento físico y mental y es consecuencia de la exposición a altas temperaturas, la actividad física intensa en esos días y el poco consumo de líquido.
Los primeros síntomas a los que hay que estar atento son:

  1. Sed
  2. Sequedad en la boca
  3. Sudoración excesiva
  4. Cansancio o debilidad
  5. Mareos o dolor de cabeza
  6. Fiebre
  7. Desmayos

Otros síntomas son: taquicardia, presión alta, piel seca o arrugada, ojos hundidos y orina oscura o inexistente. En estos casos, siempre es conveniente consultar con un médico para prevenir mayores complicaciones.

Consejos para evitar la deshidratación

  • Beber al menos 2 litros de agua a lo largo de todo el día
  • No esperar a tener sed para beber
  • Incrementar el consumo de líquido cuando se realiza actividad física
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras

Karina Pontoriero

sol.jpg

26 enero, 2018

El cáncer de piel es el tipo más común de cáncer y tomar sol sin la protección adecuada es una de sus principales causas. La exposición solar frecuente puede producir envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y cáncer de piel.

El principal factor de riesgo son las radiaciones solares, sobre todo las de tipo ultravioleta (UVB), cuyo efecto es acumulativo, progresivo e irreversible. Este tipo de radiaciones produce mutaciones en el ADN de las células que componen la epidermis, la capa mas superficial de la piel, e impiden su reparación. Así es como comienza la formación de un cáncer; por eso, es fundamental tomar sol con protección.

Consejos preventivos para reducir riesgos de cáncer de piel

  1. No exponerse al sol entre las 12 y las 16 hs.
  2. Usar siempre protector solar de factor alto y renovarlo cada dos horas, incluso en días nublados.
  3. Evitar el uso de cremas bronceadoras y/o camas solares.
  4. Usar anteojos de sol para proteger los ojos.
  5. Examinarse periódicamente y controlar las manchas o lunares para detectar cambios o alteraciones.
  6. Visitar a un médico si aparecen nuevas manchas rojizas, nódulos o lesiones que se descaman o no cicatrizan.

Fuente: Consenso Salud

gabriel

veerano.jpg

4 enero, 2018

La temporada estival y los chapuzones en el agua suelen ir de la mano. A los niños les encanta pasar horas en la pileta, el mar o el río, por eso es importante que los adultos a cargo tomen ciertas precauciones para evitar accidentes y disfrutar de los meses más calurosos del año con tranquilidad.

Las caídas y ahogamientos son las situaciones más graves que se pueden producir. Los ahogamientos pueden ser silenciosos e invisibles, incluso para un guardavidas. No importa si la zona no es profunda: unos pocos centímetros de agua pueden ser fatales. Es responsabilidad de los padres respetar las señales de las banderas en la playa, educar a los niños y extremar los cuidados para evitar accidentes.

¿Cómo prevenir los accidentes?

  • Las piletas deberían estar cercadas, con rejas de más de 1,2m de altura y un espacio no mayor a 10cm entre cada barrote para que los niños no las atraviesen. Además, sería ideal que tuvieran bordes antideslizantes.
  • Procurar que no haya sillas o reposeras en los alrededores de la pileta, porque podrían treparse y saltar.
  • Estar atentos a que no se les caigan objetos al agua: al intentar alcanzarlos podrían caer al agua.
  • Verificar siempre la temperatura del agua, tanto en las piletas como en el mar o el río.
  • Respetar las banderas y señalizaciones y buscar siempre la ubicación del guardavidas.
  • Los chicos, especialmente menores de 5 años, deben ingresar siempre con salvavidas al agua. Tienen que ser de sujeción (las colchonetas o los “flota-flota” se pueden soltar).

En caso de accidente, llamar al servicio de emergencias. Si el niño se recupera, es importante que los padres observen durante las siguientes 72 horas que no presente dificultad para respirar, tos intensa e intermitente, cansancio y decaimiento, vómitos, piel fría y pálida y comportamientos extraños, como dificultad para hablar o pérdida de memoria. En caso de presentarse alguno de estos síntomas, llamar a un médico.

SIEMPRE se debe vigilar a los chicos, incluso si hay guardavidas o si la zona no es profunda. El adulto debe estar preparado para ingresar al agua inmediatamente. No es cuestión de ser alarmistas, es estar prevenido para afrontar cualquier eventualidad.

Fuente:

Sociedad Argentina de Pediatría

gabriel

Acudir Emergencias Médicas 2024. Todos los derechos reservados.