Se puede tener presión arterial alta durante años sin presentar ningún síntoma y es por eso que muchas personas padecen esta enfermedad sin saberlo. La hipertensión arterial (HTA) se desarrolla en el tiempo y sus causas son variadas. Si bien no tiene cura, se puede controlar con cambios en el estilo de vida y, si el profesional así lo indica, con medicación. La mejor forma de prevenir casos de gravedad es tomarse periódicamente la presión y adoptar hábitos saludables que minimicen los riesgos.
No hay síntomas específicos de hipertensión arterial. Se cree que las personas con hipertensión arterial están nerviosas, tienen sudoración excesiva o tienen dificultad para dormir. Eso es un mito. Por algo se conoce a la HTA como un “asesino silencioso”, que no presenta síntomas. No hay síntoma o signo determinado que funcione como señal de alerta de que alguien padece hipertensión arterial; por eso, la American Heart Association insiste en la importancia de conocer los valores de presión arterial y realizar cambios significativos para minimizar los factores de riesgo. Es aconsejable, por ejemplo, reducir el consumo de sal, llevar una alimentación saludable, hacer actividad física regularmente, utilizar técnicas de manejo del estrés y evitar o abandonar el cigarrillo.
Otro mito es pensar que la hipertensión arterial causa dolores de cabeza y hemorragias nasales. Hay diversos estudios que indican que la HTA no causa dolor de cabeza ni hemorragia nasal, excepto en caso de crisis hipertensiva, cuando la presión arterial es de 180/120 mm Hg o superior. Si la presión arterial es inusualmente alta, tiene dolor de cabeza o hemorragia nasal y no se encuentra bien, espere cinco minutos y repita la toma de presión. Si la lectura sigue siendo 180/120 mm Hg o más, debe comunicarse con el servicio de emergencias médicas.
Hay una serie de síntomas que pueden estar relacionados indirectamente con la hipertensión arterial, pero no siempre son causados por esta, como:
- Manchas de sangre en los ojos: Las manchas de sangre en los ojos (hemorragia subconjuntival) son más comunes en personas con diabetes o hipertensión arterial, pero ninguna de las enfermedades las causa. Sin embargo, un oftalmólogo puede detectar los daños en el nervio óptico causados por la hipertensión arterial sin tratar.
- Rubor facial: El rubor facial se produce cuando los vasos sanguíneos del rostro se dilatan. Puede producirse de forma impredecible o en respuesta a determinados factores, como la exposición al sol, al frío, a los alimentos picantes, al viento, a las bebidas calientes y a los productos para el cuidado de la piel. El rubor facial también puede aparecer cuando hay estrés emocional, exposición al calor o al agua caliente, consumo de alcohol y ejercicio, situaciones que pueden aumentar la presión arterial temporalmente. Aunque el rubor facial puede ocurrir cuando la presión arterial es superior a la normal, la hipertensión arterial no es la causa.
- Mareos: Aunque el mareo puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos antihipertensivos, no está provocado por la hipertensión arterial. No obstante, el mareo no debe ignorarse, especialmente si el inicio es repentino. Los mareos repentinos, la pérdida de equilibrio o la coordinación, y la dificultad para caminar son signos de alarma de derrame cerebral. La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo de derrame cerebral.
¿Qué puede hacer para prevenir una crisis de hipertensión arterial?
- Medir su presión arterial regularmente para conocer su situación.
- Reconocer sus factores de riesgo y modificarlos. La obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de sal, son algunos de los factores de riesgo que pueden disminuir solo con cambiar algunos hábitos.
- Si es necesario, pida ayuda profesional para modificar aquellas conductas que pueden empeorar su condición. La presión arterial alta no controlada puede ocasionar graves problemas de salud, como enfermedades cardiacas o ACV.
Fuente: American Heart Association