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En la temporada estival, durante los momentos de esparcimiento y vacaciones, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar accidentes, procurando la seguridad personal y familiar:

  • En caso de salir de excursión, a caminar por zonas alejadas, a remar o pescar en bote, comentar a otras personas sobre el rumbo que se tomará y el horario previsto de regreso. Puede ser crucial, en caso de necesitar ayuda, para enviarla a tiempo.
  • Llevar de la mano a los niños y personas que necesitan asistencia, al cruzar las calles y en medio de aglomeraciones.
  • Usar cinturón de seguridad y, en caso de conducir, no tomar alcohol. Lactantes y niños deben viajar siempre atrás, contemplando las medidas de seguridad correctas, como un sistema de retención infantil (sillita), acorde al vehículo y la edad.
  • Al andar en bicicleta, moto o cuatriciclo, usar casco y las protecciones indicadas para cada caso. La edad del conductor debe ser la indicada por la Ley Nacional de Tránsito para cada medio de transporte. No permitir que los niños conduzcan vehículos motorizados en ningún lugar ni circunstancia.
  • En caso de presentarse una tormenta eléctrica y estar en la playa o en una pileta, salir del agua inmediatamente.  Alejarse de los objetos metálicos y no refugiarse debajo de árboles, paraguas o sombrillas.
  • No bañarse en aguas no autorizadas o desconocidas. Asegurarse que siempre esté presente una persona mayor de edad y responsable que sepa nadar, controlando a los niños en la pileta o en la playa.

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Los accidentes domésticos son una de las principales causas de consulta a los servicios de emergencias.

Cómo reforzar la seguridad para evitar accidentes dentro de nuestro hogar, en especial si hay bebés o niños pequeños:

  • Mantener fuera de su alcance cables eléctricos y tapar los tomacorrientes con protectores -para evitar electrocución-, bolsas plásticas, juguetes que tengan piezas pequeñas o cualquier objeto de poco tamaño -para evitar asfixia por ahogamiento o atragantamiento.
  • Colocar rejas y trabas de seguridad en ventanas, balcones, cajones, puertas de muebles y heladera.
  • Acolchar esquinas y bordes de mesas y muebles bajos.
  • Atar las sogas de las cortinas verticales, sobrepasando la medida de alcance de los niños.
  • No guardar sustancias químicas o medicinas en envases de alimentos, ni dejarlas expuestas o a mano.
  • Marcar desniveles en el suelo y fijar correctamente -o retirar- alfombras con bordes expuestos o levantados, que puedan ocasionar una caída.
  • Controlar el correcto cierre de hornallas; enseñar a los miembros del hogar a poner atención sobre los artefactos a gas y su correcto uso. Mantener las estufas apagadas durante las horas de sueño y realizar mantenimiento periódico para evitar intoxicación por inhalación de monóxido de carbono.
  • Tener un botiquín de emergencias correctamente equipado.
  • Conocer las salidas y escaleras de emergencia y/o planes de evacuación en caso de vivir en un edificio.
  • Procurar la correcta visibilidad del número de la casa, para que los servicios de emergencia lo distingan.
  • Tener a mano los números de emergencias y de familiares, vecinos o amigos.

Muchos accidentes domésticos pueden evitarse si tomamos medidas de prevención adecuadas. También podemos acompañar estas medidas con el entrenamiento en RCP y primeros auxilios, para poder responder a tiempo ante una emergencia.


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Siempre podemos hacer de nuestro hogar un lugar más seguro. Todos los individuos que habitan un hogar tienen las mismas posibilidades de sufrir un accidente doméstico, pero son los niños quienes los padecen con mayor frecuencia.

Para evitarlos, se pueden tomar medidas de seguridad, como también educar y acompañar a todos los habitantes de la vivienda en hábitos seguros y atención en el manejo de ciertos elementos.

Consejos de prevención general en casa:

  • Colocar trabas de seguridad en cajones y puertas de muebles y heladera, para que los niños no tengan acceso a sustancias nocivas, medicinas y elementos cortantes o peligrosos.
  • Mantener los cables eléctricos fuera del alcance de los niños.
  • No sobrecargar las líneas eléctricas con varios artefactos enchufados al mismo tiempo, como en enchufes múltiples tipo zapatillas, para evitar incendios por cortocircuito.
  • Cargar baterías durante horas del día para poder poner atención en la temperatura de las mismas. Si se calientan, desenchufar inmediatamente.
  • Tapar los tomacorrientes con protectores para evitar electrocución en los niños al hacer contacto con algún objeto o con las manos.
  • Controlar el correcto cierre de hornallas y enseñar a los miembros del hogar a poner atención sobre los artefactos a gas y su correcto uso. Mantener las estufas apagadas durante las horas de sueño y realizar mantenimiento periódico de los artefactos a gas para evitar intoxicación por inhalación de monóxido de carbono.
  • Mantener fuera del alcance de bebés y niños juguetes que tengan piezas pequeñas o cualquier objeto de poco tamaño para evitar asfixia por atragantamiento.
  • Colocar rejas de seguridad en ventanas y balcones para evitar caídas.
  • Acolchar esquinas y bordes de mesas y muebles bajos, para evitar golpes en bebés y niños que comienzan a desplazarse.
  • Atar las sogas de las cortinas verticales sobrepasando la medida de alcance de los niños.
  • Mantener todo tipo de bolsa plástica fuera del alcance de los niños, para evitar asfixia por obstrucción de las vías respiratorias.
  • No guardar sustancias químicas o medicinas en envases de comida, para evitar confusiones que puedan generar intoxicación por ingesta.
  • Marcar desniveles en el suelo para evitar caídas por tropiezo.
  • Fijar correctamente o retirar alfombras con bordes expuestos o levantados, que puedan ocasionar una caída.
  • Tener un botiquín de emergencias correctamente equipado.
  • Conocer las salidas y escaleras de emergencia y/o planes de evacuación en caso de vivir en un edificio.
  • Procurar que el número de la casa sea visible desde la calle, para que los servicios de emergencia lo distingan.
  • Tener a mano los números de emergencias y de familiares, vecinos o amigos.

Muchos accidentes domésticos pueden evitarse si tomamos medidas de prevención a tiempo. También podemos acompañar estas medidas con un correcto entrenamiento en RCP y primeros auxilios, para poder responder a tiempo ante una emergencia.


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Una de las urgencias y emergencias más comunes durante la época invernal son las intoxicaciones por monóxido de carbono, un gas sumamente tóxico que ingresa al organismo por los pulmones e impide la circulación del oxígeno en sangre. La falta de oxígeno afecta al cerebro y al corazón, por eso es fundamental actuar rápidamente para evitar daños severos e, incluso, la muerte.

El monóxido de carbono es también conocido como “el asesino invisible” debido a que no tiene olor, color ni sabor y tampoco irrita los ojos o la nariz. De todas formas, es importante saber que las intoxicaciones por monóxido de carbono son absolutamente prevenibles.

Calefones, estufas, termotanques, cocinas, anafes, parrillas a leña o carbón y motores de combustión, son algunos de los artefactos que pueden producir monóxido de carbono. Este gas tóxico se genera por la combustión incompleta de cualquier material que contenga carbono (gas, petróleo, carbón, querosén, nafta, plásticos, entre otros). Es decir que cualquier artefacto que utilice esos materiales en un ambiente cerrado o con poca concentración de oxígeno puede convertirse en un arma peligrosa y letal.

Para prevenir las intoxicaciones es necesario mantener ventilados los ambientes, Si tiene un braseros o estufas a gas (sin tiro balanceado) en el dormitorio, debe dejar siempre una ventana o puerta abierta para renovar el aire. También se recomienda que un gasista revise periódicamente las instalaciones y el buen funcionamiento de los aparatos.

Otro punto importante es prestar especial atención al color de las llamas de la cocina y/o estufas, que siempre debe ser azul; el color amarillo o naranja resulta sospechoso. Si ve manchas de hollín o nota que los artefactos se decoloran, puede que haya mala ventilación en el ambiente y también deberá revisarlo un especialista. También es recomendable evitar encender el auto o cualquier otro motor a combustión en un ambiente cerrado como el garaje o un sótano.

Síntomas de una intoxicación

Se debe sospechar una intoxicación con monóxido de carbono cuando una o varias personas al mismo tiempo, que estuvieron en un ambiente cerrado, presentan:

  • Dolor de cabeza
  • Mareos
  • Somnolencia
  • Debilidad
  • Cansancio
  • Náuseas/vómitos
  • Pérdida del conocimiento y/o convulsiones
  • Palpitaciones
  • Dolor de pecho
  • Paro cardiorrespiratorio

¿Qué hacer cuando se presentan signos de intoxicación con monóxido de carbono?

  • En primer lugar, abrir puertas y ventanas para ventilar.
  • Si la persona respiró gas por una pérdida en la cocina o el calefactor: llevarla a un lugar abierto y bien ventilado. Luego, cerrar la llave de gas y, si es posible, acercarse a una guardia.

Muchas intoxicaciones por monóxido de carbono parecen Intoxicaciones alimentarias, gripes o accidentes cerebrovasculares. En niños pequeños puede simular un cuadro meníngeo por la irritabilidad, llanto continuo y rechazo del alimento. En cualquier caso, llame gratis al Centro Nacional de Intoxicaciones en el Hospital Postadas.

Tel: 0800 333 0160

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación


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No hay dudas de que las fiestas de este fin de año tendrán un componente especial debido a la pandemia que nos ha mantenido lejos de nuestros seres queridos durante gran parte de este 2020. Sin embargo, es necesario continuar cuidándonos y cuidando a quienes nos rodean para evitar el contagio de Covid y prevenir también lesiones o quemaduras muy comunes en esta época del año.

La mejor forma de tener unas fiestas seguras en familia o con amigos es cumplir con los siguientes protocolos que minimizan los riesgos de contagio:

  • Evitar reuniones sociales con más de 10 personas. Es recomendable que esas personas sean convivientes.
  • Realizar los encuentros al aire libre o en espacios con ventilación permanente.
  • Usar barbijo o tapabocas en todo momento y quitárselo solo para consumir.
  • Mantener la mayor distancia social posible, no darse besos, abrazos ni estrecharse las manos.
  • Higienizarse frecuentemente las manos, especialmente antes de manipular la comida y luego de ir al baño.
  • No compartir vasos, cubiertos ni vajillas.
  • No asistir si presenta síntomas o si estuvo en contacto estrecho con caso positivo de COVID en los últimos 14 días.
  • Evitar bailar, cantar o gritar en espacios cerrados. Tratar de mantener la música en un volumen bajo para no hablar fuerte ni gritar.
  • Toser o estornudar en un pañuelo descartable o en el pliegue interno del codo. Recordamos que el virus del COVID se propaga por las gotículas que se expulsan al hablar, toser o estornudar.

En las fiestas son muy comunes las quemaduras y lesiones oculares producidas por mal uso de la pirotecnia y corchos. Es fundamental que solo se adquiera pirotecnia aprobada por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), ente que regula y fiscaliza todo lo relacionado con explosivos y otros materiales controlados. Para hacer un buen uso de la pirotecnia, se requiere encenderla siempre en lugares abiertos y al aire libre. Jamás sostener la pirotecnia en la mano ni detonarla en un frasco, botella u otro recipiente. Mantener distancia del producto una vez encendido y proteger los oídos, especialmente los de los niños. En caso de que el producto no explote, apagarlo con agua (nunca tocar la mecha). Vale aclarar que los niños no deberían manipular pirotecnia o hacerlo siempre bajo la supervisión de un adulto.

Un gran porcentaje de lesiones oculares ocurren por los corchos de bebidas espumantes.  Para evitar esto, se recomienda maniobrar el corcho con un repasador y abrir la botella suavemente.  Si permite que el corcho “salga volando”, puede impactar y lesionar a cualquier persona desprevenida.

Por último, moderar el consumo de alcohol permite mantener control sobre las acciones. Las personas que beben en exceso son más propensas a minimizar los cuidados para prevenir el contagio de COVID, tener actitudes más violentas o generar accidentes de tránsito, entre otras situaciones evitables. Si bebe, no conduzca.


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Cumplir con el trabajo, las tareas del hogar y la crianza de los niños en medio del aislamiento preventivo por la pandemia del nuevo coronavirus suele ser agotador. Muchas veces puede ocurrir que por ocuparnos de obligaciones laborales descuidemos sin querer a los más chicos, Este es uno de los motivos por los que suceden los accidentes domésticos. Otros motivos son el desconocimiento y la falta de previsión.

Entre los accidentes domésticos más frecuentes están los golpes o caídas, las quemaduras, los cortes o heridas y las intoxicaciones. Todos estos accidentes son prevenibles y, mayormente, no revisten gravedad.

Compartimos algunas medidas de prevención:

  • Para evitar caídas y golpes, es recomendable instalar cerramientos protectores en balcones y ventanas o mantenerlos cerrados. También es conveniente impedir el acceso a escaleras con alguna traba para niños.
  • Nunca dejar solo a un bebé en la bañera: unos pocos centímetros de agua son suficientes para provocar ahogamiento.
  • Si hay una pileta, es muy importante contar con un cerco protector y vigilar que los niños no se acerquen solos.
  • Mantener a los chicos lejos de la cocina cuando está encendida. Se sugiere utilizar las hornallas de atrás para impedir que alcancen las ollas o sartenes.
  • Explicarles que no deben acercarse a las estufas o calefactores.
  • Procurar que los elementos cortantes como tijeras, cuchillos, etc., y las bolsas de nylon no queden accesibles para los niños.
  • No permitir que manipulen recipientes calientes o que contengan líquido a altas temperaturas.
  • Controlar que no tengan acceso a fósforos o encendedores.
  • Tapar los tomacorrientes para evitar posibles descargas eléctricas.
  • Vigilar que no haya objetos pequeños (monedas, bolitas, etc.) al alcance de los niños para prevenir atragantamiento.
  • Los medicamentos, artículos de limpieza o cualquier sustancia tóxica deben estar fuera del alcance de los niños.
  • Si hay mascotas en la casa, cuidar que el niño la moleste demasiado, especialmente mientras come para evitar mordeduras.

Si bien estas medidas de prevención reducen significativamente las posibilidades de tener un accidente dentro del hogar, no son infalibles. Por eso es importante actuar rápidamente para evitar consecuencias de mayor gravedad:

  • Si tras una caída o golpe el niño está mareado, somnoliento o irritable, tiene vómitos o convulsiones, hay que llamar inmediatamente al sistema de salud.
  • En caso de quemaduras, aleje al chico de la fuente de calor y ponga la zona quemada bajo la canilla de agua fría durante varios minutos. No utilice hielo, dentífrico ni cremas. Si considera que la quemadura reviste gravedad, llamar a un médico.
  • Si el niño se queda “pegado, sepárelo de la fuente de descarga eléctrica con material aislante como un palo de madera. Si hay otra persona con usted, pídale que corte la corriente y llame rápidamente al sistema de salud.
  • Si se produjo un atragantamiento, pídale al niño que intente toser para expulsar el objeto. Si no puede, deberá realizar la maniobra de Heimlich. Si desconoce esta maniobra, de ninguna manera introduzca sus dedos en la boca del menor porque podría empujar el objeto extraño aún más. Acérquese a una guardia o llame a una ambulancia.
  • En caso de que el menor haya ingerido medicamentos o cualquier sustancia tóxica, no intente provocar el vómito ni le administre líquido. Es conveniente acercarse a una institución médica o llamar al sistema de salud.
  • Ante una herida cortante, lave la zona con abundante agua y jabón. Presione con una gasa o tela limpia para frenar el sangrado. Llame al sistema de salud si sospecha que la herida es profunda y requiere sutura o mayor control.

Actuar con rapidez y tranquilidad en este tipo de situaciones es la mejor forma de ayudar a los más pequeños de la casa.


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La temporada estival y los chapuzones en el agua suelen ir de la mano. A los niños les encanta pasar horas en la pileta, el mar o el río, por eso es importante que los adultos a cargo tomen ciertas precauciones para evitar accidentes y disfrutar de los meses más calurosos del año con tranquilidad.

Las caídas y ahogamientos son las situaciones más graves que se pueden producir. Los ahogamientos pueden ser silenciosos e invisibles, incluso para un guardavidas. No importa si la zona no es profunda: unos pocos centímetros de agua pueden ser fatales. Es responsabilidad de los padres respetar las señales de las banderas en la playa, educar a los niños y extremar los cuidados para evitar accidentes.

¿Cómo prevenir los accidentes?

  • Las piletas deberían estar cercadas, con rejas de más de 1,2m de altura y un espacio no mayor a 10cm entre cada barrote para que los niños no las atraviesen. Además, sería ideal que tuvieran bordes antideslizantes.
  • Procurar que no haya sillas o reposeras en los alrededores de la pileta, porque podrían treparse y saltar.
  • Estar atentos a que no se les caigan objetos al agua: al intentar alcanzarlos podrían caer al agua.
  • Verificar siempre la temperatura del agua, tanto en las piletas como en el mar o el río.
  • Respetar las banderas y señalizaciones y buscar siempre la ubicación del guardavidas.
  • Los chicos, especialmente menores de 5 años, deben ingresar siempre con salvavidas al agua. Tienen que ser de sujeción (las colchonetas o los “flota-flota” se pueden soltar).

En caso de accidente, llamar al servicio de emergencias. Si el niño se recupera, es importante que los padres observen durante las siguientes 72 horas que no presente dificultad para respirar, tos intensa e intermitente, cansancio y decaimiento, vómitos, piel fría y pálida y comportamientos extraños, como dificultad para hablar o pérdida de memoria. En caso de presentarse alguno de estos síntomas, llamar a un médico.

SIEMPRE se debe vigilar a los chicos, incluso si hay guardavidas o si la zona no es profunda. El adulto debe estar preparado para ingresar al agua inmediatamente. No es cuestión de ser alarmistas, es estar prevenido para afrontar cualquier eventualidad.

Fuente:

Sociedad Argentina de Pediatría


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