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25 marzo, 2019

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Cáncer de cuello uterino dejaría de ser un problema de salud pública mundial a fines de este siglo si se cumplen las medidas preventivas, como la vacunación en niñas y niños de 11 años. La OMS destaca también que son fundamentales las medidas diagnósticas y terapéuticas; es decir, los chequeos periódicos para una detección temprana en etapas previas al cáncer y la indicación y cumplimiento del tratamiento adecuado.

El Cáncer de cuello uterino es causado por algunos tipos de HPV/VPH (Virus de Papiloma Humano), un virus muy común tanto en hombres como en mujeres, que se transmite generalmente a través de las relaciones sexuales. La mayoría de las veces el virus desaparece solo, pero si la infección persiste puede producir lesiones en el cuello que podrían convertirse en cáncer con el paso del tiempo. Los controles ginecológicos periódicos evitarían que esas lesiones precancerosas deriven en un cáncer.

 

 

La buena noticia es que el Cáncer de cuello uterino se puede prevenir. ¿Cómo?

  • Con la aplicación de dos dosis de la vacuna contra el HPV en nenas de 11 años.
  • Realizándose un Papanicolau, al menos cada 3 años, a partir de los 21 años.

La vacuna contra el HPV forma parte del Calendario Nacional de Vacunación. Es gratuita y obligatoria para mujeres y varones de 11 años y está disponible en hospitales y vacunatorios públicos de todo el país.

¿Qué causa el Cáncer de cuello uterino?

Las posibles causas son varias, pero la principal es la infección por HPV, que se transmite de persona a persona por contacto sexual. Algunos tipos de HPV producen verrugas en o alrededor de los órganos genitales femeninos y masculinos o en la zona del ano. Este tipo de HPV es de bajo riesgo y raramente se transforma en cáncer, pero hay HPV de alto riesgo que, eventualmente, pueden causar ciertos cánceres, como el cáncer de cuello uterino.

Fumar es otro de los factores que expone a las personas a muchas sustancias químicas cancerígenas que afectan más que a los pulmones. Las mujeres que fuman tienen el doble de posibilidades de padecer cáncer de cuello uterino que quienes no fuman. El cigarrillo debilita el sistema inmunológico y le resulta más difícil combatir infecciones con VPH. En relación a este punto, las mujeres con HIV o que toman medicamentos inmunosupresores corren mayores riesgos de infecciones por HPV.

Para fortalecer el sistema inmune es importante llevar una alimentación variada, con alto consumos de frutas y verduras, y tener un peso saludable. Y siempre realizar los chequeos anuales con el ginecólogo, claro.

 

Fuente: OMS

Karina Pontoriero

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19 febrero, 2019

En los últimos años, en el mundo han resurgido brotes de enfermedades que se pueden prevenir con vacunas, como el sarampión y la difteria. Los casos de sarampión, por ejemplo, aumentaron un 30% a nivel mundial.

La negativa a vacunarse, a pesar de la disponibilidad de vacunas, amenaza con revertir los progresos realizados en la lucha contra las enfermedades prevenibles. Si bien no todos los casos se deben a la renuencia a las vacunas, en países donde la enfermedad estaba casi erradicada hubo un importante retroceso. Atenta a estas señales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió incluir este tema en su agenda del año 2019.

Las vacunas son fundamentales para prevenir enfermedades de distinta gravedad y evitar contagios: actualmente, de acuerdo con datos de la OMS, previenen de 2 a 3 millones de muertes al año.

Cada país posee su propio calendario de vacunación, de carácter obligatorio y gratuito, y los adultos son responsables de que los niños sean vacunados. Para no cometer errores y cumplir con dicho calendario en tiempo y forma, es necesaria la consulta periódica con el pediatra.

Calendario Nacional de Vacunación

Todas las vacunas del Calendario Nacional son obligatorias, gratuitas y se aplican en los vacunatorios, centros de salud y hospitales públicos del país.
Si bien el mayor número de dosis y vacunas se administra durante la niñez, el calendario incluye la administración de vacunas durante todas las etapas de la vida, además de contemplar situaciones epidemiológicas particulares.

Descargue el calendario obligatorio de vacunación haciendo clic aquí.

Fuente: OMS y Secretaría de Salud de la Nación

Karina Pontoriero

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6 febrero, 2019

Lo que comemos y bebemos puede afectar la capacidad de nuestro cuerpo para combatir infecciones, así como la probabilidad de que desarrollemos problemas de salud en el futuro, como obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y diferentes tipos de cáncer.

Los ingredientes exactos de una dieta saludable dependerán de diferentes factores, como nuestra edad y la actividad que desarrollamos, entre otros. Sin embargo, hay recomendaciones alimenticias comunes a todos que nos permitirán llevar una vida más saludable.

Estos son los cinco consejos publicados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS):

  • Lleve una dieta variada: Incluya alimentos básicos como trigo, maíz, arroz y papas; legumbres como lentejas y frijoles; fruta y verduras frescas y alimentos de origen animal (carnes magras, pescado, huevos y leche).
  • Elija alimentos integrales como maíz, mijo, avena, trigo y arroz integral sin procesar cuando pueda; son ricos en fibra valiosa y pueden ayudarlo a sentirse satisfecho por más tiempo.
  • Pruebe cocinar al vapor o hervir en lugar de freír alimentos.
  • Reduzca el consumo de grasas. Puede reemplazar la manteca por aceites más saludables como la soja, la canola, el maíz o el girasol.
  • Reduzca o limite tanto el consumo de sal como el de azúcar.

Además, la OPS recomienda revisar las etiquetas de los alimentos y evitar el consumo de alimentos procesados, rápidos y fritos que contienen grasas trans producidas industrialmente.

Fuente: OPS

Karina Pontoriero

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1 febrero, 2019

El cáncer es un término genérico que designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo; también se habla de “tumores malignos” o “neoplasias malignas”. Una característica del cáncer es la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y puede invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos, proceso conocido como metástasis, que es la principal causa de muerte por cáncer.

En la Región de las Américas, el cáncer es la segunda causa de muerte. Se estima que 2,8 millones de personas son diagnosticadas cada año y 1,3 millones de personas mueren por esta enfermedad anualmente. Aproximadamente el 52% de los nuevos casos de cáncer ocurren en personas de 65 años o menos. Si no se adoptan medidas se prevé un incremento a más de 4 millones de nuevos casos y 1,9 millones de defunciones por cáncer para el año 2025.

El consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante. Es responsable de 5 millones de muertes anuales. El alcohol se relaciona con el aumento del riesgo de siete tipos de cáncer. Existen indicios sólidos de que el consumo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de cánceres  de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, mama  y páncreas. El sobrepeso y la obesidad también están estrechamente relacionados con el aumento del riesgo de cáncer de colon, mama, útero, ovarios, páncreas, esófago, riñón y vesícula biliar.

La OPS/OMS hace un llamado para trabajar en la prevención y  control del cáncer mediante el desarrollo de las siguientes  acciones:

  • Adoptar  una dieta saludable y realizar actividad física
  • Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
  • Visitar periódicamente al médico y hacer los controles necesarios. La detección temprana brinda mayores posibilidades de curación.

Fuente: Organización Panamericana de la Salud

Karina Pontoriero

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17 enero, 2019

El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave causada por el virus Hanta. Los ratones silvestres (principalmente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus a través de la saliva, las heces y la orina.

¿Cómo se contrae el virus?

Frecuentemente se contagia al respirar en lugares abiertos o cerrados (galpones, huertas, pastizales) donde las heces o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente.

También se contagia por contacto directo con roedores vivos o muertos infectados, o las heces o la orina de estos roedores.

Otra vía de transmisión es la vía aérea, al estar en contacto estrecho con una persona infectada durante los primeros días de síntomas.

¿Cuáles son los síntomas?

– Fiebre mayor a 38º

– Dolores musculares

– Dolor de cabeza

– Malestar general

– Síntomas gastrointestinales (diarreas, vómitos, dolor abdominal)

Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”. Llegada a esta instancia, si la persona no es internada a tiempo puede fallecer.

¿Cómo es el tratamiento?

No existe tratamiento específico. Aquellos pacientes con síndrome cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.

¿Cómo se puede prevenir?

  • Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
  • Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.
  • Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías.
  • Realizar la limpieza (pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
  • Mantener el césped corto.
  • Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones).
  • Cubrirse la boca y la nariz con un barbijo N95 antes de ingresar a un lugar que haya estado cerrado (un galpón, por ejemplo).
  • Al acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
  • Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo).
  • Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.

¿Si ya tuve Hantavirus me puedo volver a contagiar?

No.

Una persona que haya tenido Hantavirus y ya fue dada de alta ¿puede contagiar a otras personas?

No. El período de contagio entre personas ocurre en los primeros días del inicio del cuadro febril.

¿Los animales domésticos pueden contagiarse hantavirus?

El reservorio de hantavirus es el ratón colilargo. No se ha encontrado animales domésticos infectados por hantavirus.

IMPORTANTE: En caso de tener alguno de los síntomas mencionados se debe hacer una visita urgente al médico. Así, el especialista podrá evaluar la gravedad del cuadro e indicar el tratamiento necesario.

 

Fuentes:

Ministerio de Salud del Gobierno de Chubut

Secretaría de Salud de Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación

Karina Pontoriero

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8 enero, 2019

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) recomendaron proteger a los niños de las picaduras de los mosquitos, ya que pueden ser transmisores de diversas enfermedades potencialmente graves como dengue, chikungunya, zika o fiebre amarilla otras menos frecuentes en nuestro medio como paludismo, filariasis, encefalitis de San Luis, encefalitis equina y encefalitis del Valle del Nilo, entre otras. El verano es una época propicia para la proliferación de estos insectos debido a que hay más reservorios de agua para poner los huevos, el desarrollo de las larvas es más rápido con las altas temperaturas y nuestra piel está más expuesta.

Entre otras medidas para evitar picaduras y reducir la propagación de los mosquitos se recomiendan una serie de medidas ‘individuales’, como utilizar ropas adecuadas frescas, de colores claros, de mangas largas y pantalones largos (siempre que los niños se encuentren en el exterior), colocar tul sobre las cunas y cochecitos, mantener el pasto corto, usar mosquiteros en buen estado en las ventanas y puertas, eliminar o colocar boca abajo los recipientes que puedan tener agua estancada (ya sea dentro o fuera de la vivienda), cambiar el agua de los floreros y de los bebederos de las mascotas a diario, mantener libres de hojas los desagües de los techos, dejar tapados los tanques de agua, y utilizar repelentes, preferentemente los que contienen DEET (N,N-Diethyl-m-toluamida); los que deberán aplicarse con la frecuencia especificada en la etiqueta del producto y recién a partir de los 2 ó 6 meses de edad del niño, también estipulado en las advertencias según el nivel de concentración del principio activo de cada repelente.

Particularmente en aquellos repelentes en aerosol los especialistas de la SAP recomiendan no rociarlo en forma directa sobre la piel del niño ya que podría llegar a inhalarlo, sino aplicarlo sobre la mano del adulto y luego distribuirlo sobre las zonas expuestas, exceptuando las áreas debajo de la ropa, alrededor de los ojos, la boca y las manos, para evitar que se lo ingieran; no se debe aplicar tampoco en forma conjunta con el protector solar sino 30’ después, ya que combinados aumentan el nivel de toxicidad.

Estas recomendaciones forman parte del denominado ‘ordenamiento del medio’, que según declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1979[1] a través del Comité de Expertos en Biología de Vectores y Lucha Antivectorial es la actividad más importante en la lucha contra estos insectos. Implica la planificación, organización y vigilancia de las actividades para la modificación de los factores ambientales con el objetivo de disminuir al mínimo la propagación de los mosquitos.

“Si todos llevamos adelante estas recomendaciones para evitar la propagación de los mosquitos, sin duda estaremos más protegidos contra este tipo de enfermedades. Además las picaduras pueden generar lesiones locales, infecciones secundarias y alergia”, advierten.

Con respecto a los signos y síntomas y que podrían indicar la presencia de alguna de las enfermedades transmitidas por mosquitos, el Dr. Héctor Abatemédico pediatra, Secretario Consultor del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría, subrayó que las tres enfermedades causadas por virus transmitidos por artrópodos (técnicamente denominadas ‘arbovirosis’) más importantes en nuestro medio son: dengue, chikungunya y zika. Se presentan en forma epidémica, la mayoría de las infecciones son asintomáticas y cuando desarrollan síntomas producen un cuadro clínico muy similar, principalmente durante la fase aguda, lo que dificulta el diagnóstico clínico. Se pueden presentar con fiebre, compromiso del estado general, afectación neurológica o hemorragias”.

A modo de ejemplo, un caso sospechoso de dengue es aquel en el que se presenta fiebre de menos de 7 días de duración, sin afección de las vías aéreas ni otra causa identificable, acompañada de dos o más de los siguientes síntomas: dolor de cabeza o detrás de los ojos, dolor muscular o articular, erupción cutánea o sangrados. Un factor a tener en cuenta también es el haber permanecido en zonas con evidencia de trasmisión de dengue en los últimos 15 días. Como este cuadro puede ser grave, existen señales de alarma que se presentan cuando disminuye la fiebre, como dolor abdominal intenso y continuo, vómitos persistentes, acumulación de líquidos en abdomen, pleura y corazón, sangrado de mucosas, letargo o irritabilidad, hipotensión postural, aumento patológico del tamaño del hígado (hepatomegalia) y en el laboratorio se observa aumento progresivo del hematocrito y/o descenso de las plaquetas. Existe una vacuna para dengue que se ha aprobado en algunos países endémicos de dengue, para su uso en personas de 9 a 45 años.

En el caso de chikungunya el paciente presenta fiebre mayor de 38,5ºC, dolores articulares graves discapacitantes o artritis no explicada por otra condición médica y reside o ha visitado áreas endémicas dentro de las dos semanas previas al inicio de los síntomas.

Se sospecha zika cuando la persona presenta erupciones en la piel y dos o más de los siguientes signos y síntomas: fiebre, generalmente menor a 38,5 °C, dolor muscular o articular, conjuntivitis sin pus y edema en la zona cercana a las articulaciones. Estas enfermedades se confirman con pruebas de laboratorio específicas.

Como no existe tratamiento antiviral específico para estas enfermedades, la SAP recomienda a los pediatras que realicen tratamiento de los síntomas: reposo mientras dure la fiebre y compromiso articular, ingesta adecuada de líquidos para reponer las pérdidas y medicamentos como el paracetamol para aliviar la fiebre y el dolor (la aspirina está contraindicada). En caso de que no mejore o que haya otras manifestaciones como alteraciones en la piel, el especialista puede indicar otros fármacos.

“Para evitar la infección de otras personas, se debe cuidar que el enfermo, durante los primeros 7 días, no sea picado por los mosquitos, por lo que se recomienda que se apliquen las medidas de prevención correspondientes como repelentes para mosquitos, vestimenta que cubra brazos y piernas, utilizar mosquiteros para dormir, impregnados o no con insecticida y permanecer en un lugar protegido con mallas anti-mosquitos”, indicó el Dr. Abate.

Se recomienda especial cuidado con el zika en las embarazadas por el potencial riesgo de presentarse, en el recién nacido, anomalías en el desarrollo neurológico. En zonas donde circula el zika se debe insistir sobre la importancia de los controles médicos de la embarazada y la necesidad de evitar el contacto con el vector. Por otro lado, se realizará el seguimiento de todo recién nacido con anomalías congénitas, a través de equipos multidisciplinarios. También es importante el seguimiento de los recién nacidos sin anomalías a fin de detectar la aparición tardía de cualquier trastorno neurológico.

Fuente: Consenso Salud

Karina Pontoriero

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13 noviembre, 2018

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente (diabetes tipo 1) o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce (diabetes tipo 2). La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre.

Se calcula que, en la Argentina, la diabetes -que es una de las principales causas de  ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, ataque cerebrovascular y amputación de miembros- afecta a más de 3 millones de personas. El 90% padece de diabetes tipo 2, que es prevenible si se adopta un estilo de vida saludable.

Incorporar los siguientes hábitos, mejora la calidad de vida y reduce los riesgos de enfermarse de diabetes tipo 2:

  • Realizar al menos 30 minutos de actividad física diariamente
  • Consumir 3 frutas por día
  • Aumentar el consumo de verduras
  • Evitar o reducir el consumos de sal, fiambres, embutidos y enlatados
  • Mantener un peso saludable
  • Evitar el cigarrillo

¿Cuales son las consecuencias más comunes de la diabetes?

  • Con el tiempo, la diabetes puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.
  • Los adultos con diabetes tienen un riesgo 2 a 3 veces mayor de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
  • La neuropatía de los pies combinada con la reducción del flujo sanguíneo incrementan el riesgo de úlceras de los pies, infección y, en última instancia, amputación.
  • La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera y es la consecuencia del daño de los pequeños vasos sanguíneos de la retina que se va acumulando a lo largo del tiempo. El 2,6% de los casos mundiales de ceguera es consecuencia de la diabetes.
  • La diabetes se encuentra entre las principales causas de insuficiencia renal.

Evitar o retrasar la aparición de la enfermedad es posible.

Fuente: Organización Mundial de la Salud

Karina Pontoriero

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12 octubre, 2018

El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres. Cada año, 5.600 mujeres fallecen por esta enfermedad.

Argentina tiene la segunda tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama en toda América. El primer lugar lo ocupa Uruguay y las tasas más bajas se dan en Bolivia y Perú. De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional del Cáncer, se diagnosticarán en el año 19.000 nuevos casos de cáncer de mama, que representan el 16,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.

El cáncer de mama es difícil de prevenir, aunque algunas medidas saludables podrían disminuir los factores de riesgo y las probabilidades de aparición de la enfermedad. Realizar actividad física regularmente, mantener un peso normal, llevar una dieta equilibrada y no fumar, son hábitos que pueden cambiar el espectro de las enfermedades oncológicas. Además de todo eso es primordial hacerse los chequeos clínicos y ginecológicos todos los años.

Se recomienda realizarse una mamografía a partir de los 40 años, aunque la indicación de este estudio y su periodicidad  varía según el criterio médico y de acuerdo con antecedentes personales o familiares.  La mamografía permite diagnosticar la enfermedad desde sus etapas tempranas, lo que es fundamental, dado que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.

Fuente: Instituto Nacional del Cáncer

Karina Pontoriero

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28 agosto, 2018

El Mal de Chagas es una enfermedad de origen rural y potencialmente mortal, que se encuentra en al menos 21 zonas endémicas de América Latina. Es causada por un parásito, el Tripanosoma cruzi y se contrae, principalmente, a través de la picadura de una vinchuca o por consumo de alimentos contaminados con heces u orina de este insecto. La infección también puede producirse por transfusiones de sangre, donación de órganos o de forma congénita. De acuerdo con un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la transmisión de una madre a su hijo es hoy la principal fuente de contagio.

Se calcula que en el mundo hay unas 6 a 7 millones de personas padecen esta enfermedad que, detectada en sus etapas iniciales, es curable en casi el 100% de los casos. A medida que la enfermedad avanza, la efectividad de los tratamientos va disminuyendo. Es por eso que desde el Ministerio de Salud de la Nación hacen hincapié en la importancia del diagnóstico precoz en embarazadas y el tratamiento de los recién nacidos.

La enfermedad de Chagas tiene dos fases claramente diferenciadas: La fase aguda se extiende durante unos dos meses después de contraída la infección. En esta etapa circulan una gran cantidad de parásitos por la sangre, pero los síntomas son leves e inespecíficos. Un signo inicial característico para detectar la enfermedad podría ser una lesión en la piel o la hinchazón amoratada de un párpado. Otros síntomas son fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico.

La siguiente fase es la fase crónica, que se da cuando los parásitos permanecen ocultos principalmente en el músculo cardiaco y digestivo. Hasta un 30% de los pacientes sufren trastornos cardíacos y hasta un 10% presentan alteraciones digestivas, neurológicas o mixtas. Con el paso de los años, la infección puede causar muerte súbita por arritmias cardiacas o insuficiencia cardíaca progresiva.

No hay vacuna para el Mal de Chagas, por eso es fundamental la prevención y detección temprana de la enfermedad para tener acceso a un tratamiento más eficaz. Es que debido al  gran número de animales silvestres que sirven de reservorio a este parásito en las Américas, no puede erradicarse.

Medidas de prevención:

  • Mantener la casa limpia, ordenada y desinfectada.
  • Colocar mosquiteros
  • Tapar o rellenar grietas o agujeros en las paredes y techos
  • Mantener buenas prácticas higiénicas en la preparación, el transporte, el almacenamiento y el consumo de los alimentos.

Fuente: OMS

Karina Pontoriero

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21 agosto, 2018

El 23 de agosto de 1991 se diagnosticó por última vez la Poliomielitis en América. El virus fue eliminado por completo del continente en 1994. De Argentina había sido eliminado 10 años antes, en 1984, todo gracias a la vacuna Sabin.

La poliomielitis es una enfermedad muy infecciosa causada por el poliovirus, que afecta principalmente a niños menores de 5 años. Invade el sistema nervioso y puede provocar parálisis, e incluso la muerte, en cuestión de horas. La enfermedad se transmite por agua o alimentos contaminados con materia fecal de una persona infectada. Los primeros síntomas son fiebre, cansancio, dolor de cabeza, vómitos, rigidez en la nuca o dolor en las extremidades. Una de cada 200 personas con poliomielitis sufre una parálisis irreversible, generalmente en las piernas; un porcentaje menor fallece porque el virus paraliza sus músculos respiratorios.

La epidemia mundial de esta enfermedad se declaró en 1953. De acuerdo con cifras oficiales, solo en el año 1956 se registraron y notificaron 6.490 casos, con una tasa de mortalidad del 33,7% en todo el país. A partir de 1964, años después de que se desarrollara la vacuna Sabin oral, la incidencia de la enfermedad comenzó a decrecer. Aunque, debido a la falta de continuidad en los programas de vacunación, los brotes se prolongaron por varios años.

Finalmente, gracias a campañas masivas de vacunación y a una estricta vigilancia, se logró que desde el año 1984 no se registraran más casos en la Argentina.

La poliomielitis no tiene cura y solo se puede prevenir mediante inmunización con las vacunas antipoliomielítica inyectable (IPV) y oral (OPV), que –administradas correctamente- protegen a los niños de por vida.

De acuerdo con el  Calendario Nacional de Vacunación la vacuna debe aplicarse:

  • a los 2 meses: primera dosis con la vacuna Salk inyectable.
  • a los 4 meses: segunda dosis con la vacuna Salk inyectable.
  • a los 6 meses: tercera dosis con la vacuna Sabin oral.
  • a los 15-18 meses: primer refuerzo con la vacuna Sabin oral.
  • a los 5-6 años (edad de ingreso a la escuela primaria): segundo refuerzo con la vacuna Sabin oral.

Si bien hace más de 30 años que no hay casos registrados de poliomielitis en el país, se trata de una enfermedad que aún no ha sido erradicada. En países como Afganistán, India, Nigeria y Pakistán todavía se registran casos que podrían propagarla. Vacunar es prevenir.

Fuentes:

  • OMS
  • Ministerio de Salud de la Nación

Karina Pontoriero

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