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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir menos de 5 gramos de sal por día; es decir, el equivalente a poco menos que una cucharada de té. Consumir sal en cantidades superiores aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y ataque cerebrovascular, además de favorecer la hipertensión arterial.

Se estima que se podrían evitar 2 millones y medio de muertes al año si se redujera el consumo de sal al nivel recomendado. Por eso, reducir la ingesta de sal es una de las medidas más eficaces que se pueden tomar para mejorar nuestra salud.

Algunas medidas para reducir el consumo de sal en el hogar son:

  • Elegir productos bajos en sodio.
  • No agregar sal durante la preparación de los alimentos.
  • No poner saleros en la mesa.
  • Leer bien las etiquetas de los productos.
  • Pedir en el restaurant que retiren los saleros de la mesa.
  • Evitar el consumo de snacks y otros alimentos procesados con alto contenido de sodio.
  • Aumentar el consumo de frutas, verduras y fibras: Las frutas y verduras son fuente de potasio, que contribuye en el descenso de la tensión arterial.

Mitos sobre la reducción del consumo de sal

«La sal marina y la refinada son lo mismo». No importa cuál sea su origen o si una sal es más “natural” que otra; lo que hace mal es el sodio, por eso se deben elegir sales con bajo contenido de sodio.

«Los alimentos sin sal no tienen sabor». Puede suceder al principio, cuando comienzan a modificarse los hábitos, pero las papilas gustativas se habitúan al sabor de las comidas con poca o ninguna sal agregada.

«Solo las personas de edad se deben preocupar por la cantidad de sal que consumen». El hecho de consumir demasiada sal aumenta la tensión arterial a cualquier edad.

«La disminución de la sal podría ser nociva para mi salud». La sal está presente en gran cantidad de alimentos de la vida cotidiana, por lo que es casi imposible consumir poca sal.


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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 800.000 personas mueren cada año por suicidio y muchas más personas intentan suicidarse. Una tentativa de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante. El suicidio es hoy la segunda causa de fallecimiento en jóvenes de 15 a 29 años (la primera causa son los accidentes de tránsito) y se da principalmente en los países de ingresos bajos y medianos, aunque se trata de un fenómeno global que afecta todos los estratos sociales.

El suicidio es una tragedia que afecta a toda la familia, incluso a la comunidad, y sus consecuencias perduran en el tiempo.

Si bien el vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales (en particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo de alcohol) está bien documentado; en los países de altos ingresos, muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis, como los problemas financieros, rupturas de relaciones o dolores y enfermedades crónicos.

Además, las experiencias relacionadas con conflictos, desastres, violencia, abusos, pérdidas y sensación de aislamiento están estrechamente ligadas a conductas suicidas. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables objeto de discriminación, por ejemplo, los refugiados y migrantes; las comunidades indígenas; las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales y los reclusos.

Los suicidios son prevenibles. La OMS, junto con la Federación Mundial de Salud Mental, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y United for Global Mental Health, presentó el mes pasado la campaña “40 segundos para actuar”, con diferentes acciones para prevenir el suicidio y tomar conciencia de que se trata de un problema de salud pública. Esta campaña, que finaliza el 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, sugiere algunas formas de actuar para ayudar a una persona que está atravesando un mal momento o visibilizar la problemática del suicidio:

  • Si está pasando por momentos difíciles, dedique 40 segundos a charlar con alguien en quien confíe y dígale cómo se siente.
  • Si un ser querido de un amigo o conocido suyo se suicidó, tómese 40 segundos para charlar con ese amigo y preguntarle cómo se siente.
  • Si es empresario o gerente, dedique 40 segundos a enviar un mensaje positivo de apoyo a sus empleados e informarles de los recursos disponibles en el lugar de trabajo o en el municipio en caso de estar pasando por dificultades emocionales.
  • Si administra un perfil en redes sociales, televisión o radio, incluya espacios de 40 segundos para difundir testimonios o mensajes acerca de la salud mental.

La OMS asegura que existen algunas medidas que se pueden adoptar entre la población, los grupos de población y las personas para prevenir el suicidio y los intentos de cometerlo. Esas medidas incluyen:

  • Restringir el acceso a los medios de suicidio (por ejemplo, plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos).
  • Que los medios de comunicación informen responsablemente.
  • Realizar intervenciones escolares.
  • Llevar adelante políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol.
  • Lograr la identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo.
  • Capacitar al personal sanitario no especializado, en la evaluación y gestión de conductas suicidas.
  • Realizar seguimiento y prestar apoyo comunitaria a personas que intentaron suicidarse.

El suicidio es un problema complejo y, por tal motivo, las actividades de prevención requieren la coordinación y colaboración de múltiples sectores de la sociedad, incluidos los de salud, educación, trabajo, agricultura, comercio, justicia, derecho, defensa, política y medios de comunicación.

Fuente: OMS


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Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina está ubicada entre los 20 países más sedentarios. Una estadística y escenario preocupantes, ya que entre otras consecuencias puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y determinados tipos de cáncer.

¿A qué llamamos sedentarismo? A un estilo de vida con poca o nula actividad física. Además de afectar la salud,  el sedentarismo contribuye a padecer dolores musculares.

Las jornadas laborales extensas y el uso excesivo de dispositivos tecnológicos que evitan el esfuerzo físico -habituales en las grandes ciudades- contribuyen a llevar una vida sedentaria  y favorecen el endurecimiento de músculos y articulaciones, predisponiéndolos a sufrir pequeñas lesiones.

Para lograr equilibrio y bienestar hay que mantenerse en movimiento. Es muy común que las personas, frente a molestias musculares, tomen el primer impulso que es detenerse. La clave está en no detenerse, en seguir realizando algunaactividad más liviana, sin tanto impacto, pero permitiendo que el flujo sanguíneo siga circulando en la zona del dolor. De esta manera, llegarán más células reparadoras para subsanar la inflamación que pueda haber producido la vida sedentaria.

Pequeños cambios en la vida cotidiana pueden hacer la diferencia y ayudar a contrarrestar esta actitud.

Algunos tips son:

  • Si te vas a trasladar de un lugar a otro, hacelo eligiendo un medio de transporte no motorizado. Es decir: caminá, optá por la bicicleta, o alquilá un monopatín (nueva tendencia en Buenos Aires).
  • Realizá un masaje suave con una crema de uso tópico que genere confort en la zona de la piel, como las de Átomo Desinflamante, para aumentar la circulación. Esto también te va a ayudar a que el sistema nervioso no esté pendiente del dolor de una zona, si te duele, y pueda seguir trabajando en otra zona del cuerpo. Esto genera que siga aumentando el gasto calórico.
  • Si hay escaleras, elegilas por sobre el ascensor.
  • En tu jornada laboral, utilizá la hora de descanso para salir a caminar al menos unos pasos; harán la diferencia día a día.
  • Limpiar la casa, pintar o mover muebles, también son tácticas contra el sedentarismo.
  • Podés mirar una serie o película mientras utilizás una bicicleta fija.

Fuente: Consenso Salud

 


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Veinte millones de niños en todo el mundo –más de 1 de cada 10– no recibieron en 2018 vacunas vitales contra el sarampión, la difteria y el tétanos, según los nuevos datos de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF.

A nivel mundial, la cobertura de inmunización con tres dosis de la vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina (DTP3), y una dosis de la vacuna contra el sarampión, se ha estancado desde 2010 en alrededor del 86%. Aunque esta cifra es elevada, no es suficiente. Se necesita una cobertura del 95% a escala mundial para garantizar la protección contra los brotes de enfermedades que pueden prevenirse con vacunas.

Las vacunas son una de nuestras herramientas más importantes para prevenir brotes y mantener al mundo seguro”, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud. “Aunque hoy en día la mayoría de los niños están siendo vacunados, la cifra de los que se quedan atrás es excesiva. Y lo que resulta inaceptable es que a menudo quienes no reciben la vacuna son precisamente quienes corren un mayor riesgo: los más pobres, los más marginados, los afectados por los conflictos o las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares”.

La mayoría de los niños no vacunados viven en los países más pobres, y un número desproporcionado se encuentra en estados frágiles o afectados por conflictos. Casi la mitad viven en sólo 16 países: Afganistán, Chad, Etiopía, Haití, Iraq, Malí, Níger, Nigeria, Pakistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Siria, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Yemen.

Si estos niños se enferman corren el riesgo de sufrir graves consecuencias para su salud, y son quienes menos probabilidades tienen de acceder a tratamientos y cuidados que pueden salvar sus vidas.

Los brotes de sarampión revelan lagunas arraigadas en la cobertura, a menudo a lo largo de muchos años

Las disparidades en el acceso a la vacuna siguen siendo considerables entre los países y dentro de cada uno de ellos, independientemente de su nivel de ingresos. Esto ha dado lugar a brotes devastadores de sarampión en muchas partes del mundo, incluidos países que tienen altas tasas generales de vacunación.

En 2018 se registraron casi 350.000 casos de sarampión en todo el mundo, más del doble que en 2017.

El sarampión es un indicador en tiempo real de los lugares donde tenemos más trabajo que hacer para combatir las enfermedades prevenibles”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Debido a que el sarampión es tan contagioso, un brote indica que las comunidades están dejando de recibir las vacunas debido al acceso, los costos o, en algunos lugares, la autocomplacencia. Tenemos que agotar todos los esfuerzos para inmunizar a cada niño”.

Diez países con la mayor tasa registrada de incidencia de de sarampión (2018) Cobertura con la primera dosis de sarampión (2010) Cobertura con la primera dosis de sarampión (2018)
1. Ucrania 56 91
2. República Democrática del Congo 74 80
3. Madagascar 66 62
4. Liberia 65 91
5. Somalia 46 46
6. Serbia 95 92
7. Georgia 94 98
8. Albania 99 96
9. Yemen 68 64
10. Rumania 95 90

Ucrania encabeza una lista diversa de países con la tasa de incidencia de sarampión más alta registrada en 2018. Aunque el país ha logrado vacunar a más del 90% de sus bebés, la cobertura ha sido reducida durante varios años, lo que ha dejado a un gran número de niños mayores y adultos en situación de riesgo.

En otros países con alta incidencia y alta cobertura hay grupos significativos de personas que no han recibido la vacuna contra el sarampión en el pasado. Esto demuestra que una baja cobertura a lo largo del tiempo, o la existencia de comunidades determinadas de personas no vacunadas, pueden desencadenar brotes mortales.

Datos de cobertura de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) disponibles por primera vez

También hay datos por primera vez sobre la cobertura de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), que protege a las niñas contra el cáncer de cuello uterino más adelante en sus vidas. En 2018, en 90 países donde vive 1 de cada 3 niñas se había incorporado la vacuna contra el VPH en los programas nacionales. Sólo 13 de ellos son países de bajos ingresos. Esto lleva a que las personas que tienen un mayor riesgo de sufrir los efectos devastadores del cáncer de cuello uterino sean quienes tienen menos probabilidades de recibir la vacuna.

La OMS y UNICEF, junto con asociados como Gavi, la Alianza para la Vacunación, están apoyando a los países para que fortalezcan sus sistemas de inmunización y la respuesta a los brotes, entre otras cosas mediante la vacunación sistemática de todos los niños, la realización de campañas de emergencia, y la capacitación y el equipamiento de los trabajadores de la salud. Todas estas medidas son esenciales para la prestación de servicios de salud de buena calidad en el nivel primario.

Fuente: Consenso Salud


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El 30% de la población argentina de entre 18 y 65 años fuma. Esto impacta en más de 40.000 muertes anuales en el país.

El tabaquismo es una adicción a la nicotina que, en la mayoría de los casos, se produce a través del consumo de cigarrillos y, con menor frecuencia, a través del consumo de habanos, cigarros o pipas.

Fumar daña todo el organismo y la peor parte se la llevan los pulmones y las arterias, pero –además-, fumar puede ocasionar alteración del olfato y el gusto; trastornos de la fertilidad; enfermedades respiratorias crónicas; Cáncer de pulmón, boca, laringe, páncreas, riñón o vejiga; dolores de cabeza, sensación de embotamiento y cansancio por intoxicación crónica con monóxido de carbono; infartos; ACV; trastorno de las encías, mayor número de caries y pérdida de dientes; partos prematuros, trastornos de la placenta y recién nacidos con bajo peso.

Todos los daños que produce el cigarrillo son prevenibles y desde que se deja de fumar los riesgos disminuyen notoriamente. Cuanto antes se abandone el cigarrillo, mayores beneficios se obtienen.  Enumeramos solo algunos:

 

  1. Se normalizan la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
  2. Mejora la circulación sanguínea en manos y pies.
  3. Mejora el colesterol.
  4. Se revitalizan las arterias y disminuye el riesgo de enfermedad coronaria.
  5. Mejoran la capacidad respiratoria y la resistencia a la actividad física.
  6. Mejora el aspecto de la piel.
  7. Cumplidos de 5 a 10 años tras haber dejado de fumar, el riesgo de sufrir un ACV es comparable al de una persona no fumadora.
  8. Luego de 15 años sin fumar, el riesgo de tener una enfermedad coronaria es comparable al de una persona que nunca fumó.

Todo esto sin contar que ahorrará dinero y que se sentirá fuerte por haber vencido a una adicción.

Fuente: Secretaría de Gobierno de Salud

 


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La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) lanzó por tercer año consecutivo su campaña Evitemos la Neumonía, dirigida a los mayores de 65 años y a las personas de entre 18 y 64 años con factores de riesgo.

Extrapolando a toda la Argentina los valores de incidencia descriptos en un importante estudio local realizado en la ciudad de General Roca, se estima que se producen cada año en nuestro país más de 150 mil casos de neumonía en personas mayores de 18 años. Entre otros datos preocupantes, ese trabajo, que fue publicado en el British Medical Journal, mostró una mortalidad en los mayores de 65 años, a los 14 días de internarse, del 19 por ciento, cifra que alcanza al 38 por ciento al cabo de un año del diagnóstico.

La neumonía es una enfermedad respiratoria caracterizada por una infección en los pulmones. Si bien puede ser producida por virus y hongos, generalmente es causada por bacterias, entre las cuales la más común es el neumococo (Streptococcus pneumoniae).

Los síntomas más frecuentes son tos (con o sin expectoración), fiebre, escalofríos, dificultad para respirar y frecuencia cardíaca aumentada. “El neumococo es responsable de una importante carga de enfermedad en la población adulta, manifestándose tanto como formas localizadas (neumonía aguda de la comunidad) o como enfermedad invasiva (meningitis, sepsis)”, indicó el Dr. Gustavo Lopardo, médico infectólogo y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

La neumonía por neumococo, que también afecta a la población infantil, cuenta con dos vacunas para prevenir su aparición: la vacuna conjugada de 13 serotipos (VCN13) y la vacuna polisacárida de 23 serotipos (VPN23). Desde 2012, Argentina cuenta con la vacuna VCN13 en el calendario nacional gratuito y obligatorio para todos los menores de 2 años. Desde el año 2017 se suma a esta estrategia nacional la vacunación con esquema secuencial, VCN13 y VPN23 para personas con factores de riesgo y mayores de 65 años.

Si bien existen antibióticos para la neumonía por neumococo, la letalidad –que de acuerdo a datos oficiales ronda el 12 por ciento– no ha variado en los últimos 50 años, razón por la cual se hace imprescindible poner en práctica una estrategia preventiva mediante la vacunación. No obstante, las coberturas de vacunación, sobre todo en adultos y adultos mayores, siguen siendo subóptimas.

Por tal motivo, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) lanzó por tercer año consecutivo su campaña Evitemos la Neumonía, dirigida a los mayores de 65 años y a las personas de entre 18 y 64 años con factores de riesgo, con el objetivo de incrementar la concientización en la comunidad sobre la neumonía y la importancia de ayudar a prevenirla mediante la vacunación.

“El esquema secuencial de vacunación contra el neumococo está recomendado para todas aquellas personas entre 18 y 64 años con condiciones crónicas, como enfermedades cardíacas, respiratorias (asma, EPOC), renales, diabetes, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas y personas trasplantadas, tabaquismo, entre otras, presentando la prescripción médica. Mientras que los mayores de 65 años pueden acercarse para vacunarse sin indicación médica. Las vacunas son gratuitas en vacunatorios, hospitales o centros públicos de salud”, sostuvo la Dra. Carla Vizzotti, médica infectóloga, miembro de la Comisión de Vacunas de la SADI.

“Cabe destacar la importancia de recibir la vacuna antigripal todos los años, en caso de tener mayor riesgo de presentar compliaciones y muerte. Este virus es una causa relevante de neumonía. La misma puede aplicarse simultáneamente con la vacuna contra el neumococo y está recomendada para todos los mayores de 65 años, embarazadas en cualquier trimestre de la gestación, personal de salud, puérperas hasta diez días luego del parto si no recibieron la vacuna durante el embarazo (sin orden médica) y para las personas entre 2 y 64 años que presenten factores de riesgo (incluyendo personas con obesidad) con prescripción médica” recordó la Dra. Carla Vizzotti.

Fuente: Consenso Salud


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Una persona a la que se le diagnostica Hipertensión Arterial (HTA) está recibiendo una señal de alerta que indica que deberá modificar sus hábitos. ¿Por qué? Porque cuanto más alta es la tensión arterial, más fuerza deberá realizar el corazón para bombear sangre a los vasos que la distribuyen por todo el organismo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las complicaciones derivadas de la HTA causan más de un millón y medio de muertes al año sólo en América y cerca de nueve millones y medio de decesos en todo el mundo. La hipertensión es la causa del 45% de las muertes por cardiopatías y de más de la mitad de las muertes por ACV.

La hipertensión arterial no suele presentar síntomas en sus etapas iniciales y ahí radica la importancia de controlarla frecuentemente o según indicación médica. Ocasionalmente, la HTA puede producir dolor de cabeza, palpitaciones, dolor de pecho, epistaxis (sangrado nasal) o dificultad para respirar. Como en la gran mayoría de las patologías, la detección temprana de HTA y su posterior tratamiento y control son muy beneficiosos para el paciente.

Tan importante como llevar un control de la tensión arterial es adoptar hábitos saludables que ayuden al tratamiento y mejoren la calidad de vida y expectativas del hipertenso. El descenso de peso favorece el efecto de la medicación y mejora los factores de riesgo. Entre estos hábitos, los más destacados son:

  • Reducir el consumo de sal
  • Disminuir la ingesta de alcohol
  • Llevar una dieta rica frutas y verduras y con bajo consumo de lácteos y grasas
  • Realizar actividad física regularmente
  • Dejar de fumar.

Fuente: OMS


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 Según el último consenso de la Secretaría de Gobierno de Salud,  casi el 6% de la población del país, es decir 900.000 personas, se ven afectadas por esta patología. Para controlarla, es clave tener un buen diagnóstico.

El asma es una enfermedad que afecta a personas de todas las edades, aunque tiene mayor incidencia en los niños. Si bien sus síntomas y frecuencia varían, suele aparecer en diferentes momentos de la vida, por lo que comúnmente los pacientes con asma registran una calidad de vida reducida. Por ese motivo, es considerada una de las principales causas de ausentismo laboral y escolar.

Las características más recurrentes son: tos, falta de aire, opresión torácica, disnea con el ejercicio y a veces, despertares nocturnos a causa de la dificultad para respirar. Por lo general, todos los pacientes registran períodos que van desde el control de los síntomas hasta aumentos que llegan a provocar lo que comúnmente se llama crisis asmática.Estos episodios son más severos y en muchos casos requieren de atención médica de urgencia. Fundamentalmente, se caracterizan por presentar mayor dificultad para respirar, sensación de tener silbidos en el pecho y limitación en los movimientos habituales como correr y caminar y, cuando es aún más grave, estas complicaciones aparecen incluso en reposo.

La sospecha y el buen diagnóstico nos permiten plantear una mejor estrategia de tratamiento. Además de estar atentos a los síntomas que se padece, es importante tener en cuenta los antecedentes familiares de asma y la exposición a  alérgenos, que también puede ser una causa que desencadene esta enfermedad. En estos casos, se debe realizar una consulta con un Neumonólogo que, en función de los síntomas y los antecedentes, evaluará realizar una Espirometría y otros estudios acordes a la necesidad.

Los pilares en el manejo del asma están dados por el correcto diagnóstico, tratamiento adecuado y educación del paciente. Esto se logra fundamentalmente con una buena relación médico-paciente. Un paciente bien entrenado conocerá cómo proceder frente a esta situación.

En los últimos años se han desarrollado varias normativas y guías que ordenan el manejo de esta enfermedad,  ya sea en el diagnóstico, tratamiento y educación. A pesar de esto, tanto en países desarrollados como en Latinoamérica el manejo no suele ser el adecuado y muchas veces tampoco se logra el control de los síntomas o de la enfermedad. Por eso, en el marco del día Mundial Del Asma -que se conmemoró el 7 de mayo- distintas sociedades e instituciones públicas y privadas, realizaron diversas actividades con el objetivo de promover el conocimiento de esta patología tan prevalente, así como permitir la interacción entre los pacientes asmáticos y además generar un marco científico a fin de divulgar y dar a conocer las diferente guías de diagnóstico y tratamiento.

Fuente: Consenso Salud


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Ante la confirmación de un caso de rubéola importado en la provincia de Córdoba, la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación emitió una alerta epidemiológica para instar a los equipos de salud e intensificar la vigilancia epidemiológica de casos de Enfermedad Febril Exantemática, sensibilizar la sospecha clínica, difundir las recomendaciones a la problación para la prevención y consulta temprana en caso de presentar síntomas (fiebre y exantema). Además, destaca que las mujeres en edad fértil deben estar vacunadas para prevenir la aparición de casos de síndrome de rubéola congénita.

El Laboratorio Nacional de Referencia “Carlos G. Malbrán” confirmó un caso de rubéola en un adulto, que había sido originalmente notificado al Sistema Nacional de Vigilancia por el Laboratorio Central de la provincia de Córdoba. Se trata de un paciente de 27 años, extranjero, residente hace 3 años en la provincia, que viajó a China entre enero y abril del corriente año.  Pocos días después de su regreso comenzó con fiebre, posteriormente con exantema, además de adenopatías y catarro nasal. De la investigación surgió que durante su estadía en China había estado en contacto con una persona con exantema. El caso fue confirmado por serología y el paciente evoluciona favorablemente. Se detectaron a sus contactos, se realizaron las acciones de control y se alertó a los equipos de salud de las localidades de la provincia involucradas.

Antecedentes

Argentina ha logrado eliminar la circulación del virus de la rubeóla gracias a las acciones sistemáticas de vacunación. Los últimos casos endémicos de rubeóla y síndrome de rubeóla congénita se registraron en 2009. Desde la eliminación hasta diciembre de 2018 se confirmaron 4 casos, los dos últimos en el año 2014, en la ciudad de Buenos Aires.

Recomendaciones para el equipo de salud:

Verificar y completar esquema de vacunación de acuerdo a la edad
-De 12 meses a 4 años: deben acreditar UNA DOSIS de vacuna triple viral (sarampión-rubéola-paperas).
-Mayores de 5 años: deben acreditar DOS DOSIS de vacuna con doble o triple viral después del primer año de vida.
-Las personas nacidas antes de 1965 no necesitan vacunarse porque son considerados inmunes.

Intensificar la vigilancia epidemiológica de casos sospechosos de enfermedad febril exantemática (EFE)
– Se considera caso sospechoso a un paciente con fiebre mayor a 38°C y exantema o cualquier caso en que el profesional de la salud sospeche sarampión o rubeóla.
-La mujeres en edad fértil que hayan estado en contacto con casos sospechosos merecen especial atención. El principal objetivo de evitar la rubeóla es prevenir el síndrome de rubeóla congénita.
-Todo caso sospechoso deberá notificarse al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS), dentro de las 24 horas de detectado, con adelanto por vía telefonica a la autoridad local responsable en las primeras acciones del bloqueo.

Actividades ante un caso sospechoso

  • Informar inmediata y fehacientemente a la autoridad sanitaria por el medio disponible sin esperar resultados de laboratorio.
  • Ante la identificación de un caso sospechoso, notificar dentro de las 24 horas al SNVS por parte del personal que asista al paciente y del laboratorio que obtenga, reciba o procese muestras.
  • Confeccionar de manera completa la ficha de investigación epidemiológica y reportar los datos de la misma en la ficha de notificación originalmente registrada en la SNVS.
  • Recolectar muestras para el diagnóstico etiológico: Tomar siempre muestras de sangre y muestra para detección viral (orina hasta 14 días posteriores a la aparición de exantema e hisopado nasofaríngeo hasta 7 días posteriores). Todas las muestras deben ser estudiadas en forma simultánea para sarampión y rubeóla.
  • Disponer el aislamiento del paciente hasta los 7 dias siguientes del inicio del exantema para evitar contagios. Evitar la circulación en transportes públicos y dentro de instituciones. En caso de internación se deberá proceder al aislamiento respiratorio.

Además, se deberá realizar una investigación epidemiológica para identificar la fuente de infección y el seguimiento de los contactos.  Los contactos del paciente que no cuenten con el esquema de vacunación completo deberán recibir la vacuna triple viral a modo de vacunación de bloqueo.

Ante la confirmación de un caso, todos los contactos que tengan entre 6 y 12 meses de edad deberán recibir una dosis de vacuna tripe viral; lo menores de 6 meses y las personas inmunosuprimidas sin inmunidad previa, deberán recibir gammaglobulina. Entre los 13 meses y los 53 años será necesario asegurar dos dosis de vacuna con componente antisarampionoso.

Todo el personal de la salud debe contar con dos dosis de vacuna doble o triple viral para estar adecuadamente protegido. 

Fuente: Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación


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Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Cáncer de cuello uterino dejaría de ser un problema de salud pública mundial a fines de este siglo si se cumplen las medidas preventivas, como la vacunación en niñas y niños de 11 años. La OMS destaca también que son fundamentales las medidas diagnósticas y terapéuticas; es decir, los chequeos periódicos para una detección temprana en etapas previas al cáncer y la indicación y cumplimiento del tratamiento adecuado.

El Cáncer de cuello uterino es causado por algunos tipos de HPV/VPH (Virus de Papiloma Humano), un virus muy común tanto en hombres como en mujeres, que se transmite generalmente a través de las relaciones sexuales. La mayoría de las veces el virus desaparece solo, pero si la infección persiste puede producir lesiones en el cuello que podrían convertirse en cáncer con el paso del tiempo. Los controles ginecológicos periódicos evitarían que esas lesiones precancerosas deriven en un cáncer.

 

 

La buena noticia es que el Cáncer de cuello uterino se puede prevenir. ¿Cómo?

  • Con la aplicación de dos dosis de la vacuna contra el HPV en nenas de 11 años.
  • Realizándose un Papanicolau, al menos cada 3 años, a partir de los 21 años.

La vacuna contra el HPV forma parte del Calendario Nacional de Vacunación. Es gratuita y obligatoria para mujeres y varones de 11 años y está disponible en hospitales y vacunatorios públicos de todo el país.

¿Qué causa el Cáncer de cuello uterino?

Las posibles causas son varias, pero la principal es la infección por HPV, que se transmite de persona a persona por contacto sexual. Algunos tipos de HPV producen verrugas en o alrededor de los órganos genitales femeninos y masculinos o en la zona del ano. Este tipo de HPV es de bajo riesgo y raramente se transforma en cáncer, pero hay HPV de alto riesgo que, eventualmente, pueden causar ciertos cánceres, como el cáncer de cuello uterino.

Fumar es otro de los factores que expone a las personas a muchas sustancias químicas cancerígenas que afectan más que a los pulmones. Las mujeres que fuman tienen el doble de posibilidades de padecer cáncer de cuello uterino que quienes no fuman. El cigarrillo debilita el sistema inmunológico y le resulta más difícil combatir infecciones con VPH. En relación a este punto, las mujeres con HIV o que toman medicamentos inmunosupresores corren mayores riesgos de infecciones por HPV.

Para fortalecer el sistema inmune es importante llevar una alimentación variada, con alto consumos de frutas y verduras, y tener un peso saludable. Y siempre realizar los chequeos anuales con el ginecólogo, claro.

 

Fuente: OMS


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