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28 julio, 2024

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por infecciones virales, consumo excesivo de alcohol, algunas toxinas, medicamentos y enfermedades autoinmunes. Las hepatitis virales, causadas por los virus de la hepatitis A, B, C, D y E, son las más comunes y pueden variar desde infecciones leves, que duran unas pocas semanas, hasta enfermedades crónicas graves que pueden llevar a daño hepático, cirrosis o cáncer de hígado.

Medidas Generales de Prevención:

  • Vacunación: Las vacunas para la hepatitis A y B son altamente efectivas y están disponibles en muchos países.
  • Higiene: Lavarse las manos regularmente, especialmente antes de comer y después de ir al baño.
  • Prácticas Seguras: Uso de preservativos; no compartir objetos personales que puedan estar en contacto con sangre (como rasuradoras y cepillos de dientes); asegurarse que las agujas y otros instrumentos estén esterilizados y sean descartables.
  • Control de Infecciones: En entornos de atención médica, es crucial seguir estrictas prácticas de control de infecciones para prevenir la transmisión de hepatitis.
  • Alimentos: Consumir agua segura y alimentos que hayan sido manipulados adecuadamente, respetando las normas de seguridad e higiene.

Formas de transmisión:

  • Hepatitis A: Consumo de agua o alimentos contaminados con heces de una persona infectada.
  • Hepatitis B: Contacto con fluidos corporales infectados, como sangre, semen y secreciones vaginales, o de madre a hijo durante el parto.
  • Hepatitis C: Contacto con sangre infectada.
  • Hepatitis D: Habiéndose transmitido el virus de hepatitis B, puede replicarse el virus de hepatitis D.
  • Hepatitis E: Similar a la hepatitis A, se transmite principalmente a través de agua contaminada.

Mariana Ferrara

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28 julio, 2023

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por virus específicos, una variedad de toxinas -como drogas o alcohol-, enfermedades autoinmunes o fármacos.

Los síntomas pueden ser fiebre, falta de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, prurito, erupciones cutáneas, dolores articulares, ictericia, inflamación del hígado.

Los hábitos saludables y el adecuado asesoramiento médico permiten prevenir y evitar las hepatitis producidas por toxinas o fármacos.

Hepatitis Virales.

Constituyen un grupo de enfermedades infecciosas conocidas como hepatitis A, B, C, D y E. Afectan a millones de personas en el mundo y causan enfermedad del hígado, tanto aguda como crónica.

La hepatitis A se transmite cuando una persona ingiere el virus mediante el contacto con objetos, bebidas o alimentos contaminados.

Las hepatitis B y C se transmiten con mayor frecuencia de una madre infectadva a su bebé al momento del nacimiento y entre los niños que no se han vacunado. También a través del contacto con la sangre y otros líquidos corporales, mediante el uso de drogas inyectables, equipo médico no esterilizado y el contacto sexual. Los controles prevvvnatales y la conducta obstétrica adecuada son fundamentales para su prevención, y las correctas medidas de bioseguridad, utilizando material médico descartable y preservativo, y medidas de profilaxis durante las relaciones sexuales.

En el caso de los tipos A y B de hepatitis, también pueden ser prevenidas mediante las vacunas de alta efectividad que se encuentran en el calendario de vacunación.

En el tipo D, dado que el contagio es sólo si se tuvo hepatitis B, su prevención es a través de la vacunación. La hepatitis E, como se transmite principalmente a través del agua contaminada, la mejor calidad del agua y de las condiciones sanitarias pueden ayudar a evitar nuevos casos.

La consulta médica ante cualquier síntoma asociado a enfermedad de hígado favorecerá a su posterior tratamiento. En el caso de los tipos B y C, previene la necesidad de un trasplante, el desarrollo de cirrosis o cáncer de hígado. Un diagnóstico temprano permitirá un manejo apropiado, de acuerdo con la causa desencadenante de la enfermedad, y disminuirá la mortalidad global.

Mariana Ferrara

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27 julio, 2020

Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial de la Hepatitis para informar y concientizar a la población sobre las distintas maneras en que se puede prevenir esta enfermedad que ataca a las personas sin distinción de origen o condición social.

Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) centró su campaña en la prevención de la transmisión de la hepatitis B (VHB) de madre a hijo. Se calcula que más de 250 millones de personas padecen esta infección de manera crónica, mientras que el 90% de los niños infectados al nacer se convierten también en portadores crónicos.

La hepatitis es una de las enfermedades infecciosas más frecuentes. Se trata de una inflamación del hígado, causada comúnmente por una infección viral. Existen 5 tipos de virus, clasificados como  A, B, C, D y E. Las hepatitis tipos B y C pueden transformarse en infecciones crónicas y son las causas más comunes de cáncer de hígado y cirrosis. Se cree que un gran número de personas conviven con la infección crónica sin saberlo, lo que es peligroso no solo para su salud –porque pueden desarrollar enfermedades hepáticas de distinta gravedad-, sino también para la salud de otras personas, debido que pueden contagiar a los demás.

Los distintos tipos de hepatits y sus características

Las hepatitis A y E suelen estar causadas por la ingestión de alimentos o agua contaminada con materia fecal que contenga el virus; las hepatitis B, C y D, por lo general, se producen por el intercambio de fluidos corporales infectados (por contacto sexual, sangre contaminada, procedimientos médicos invasivos con equipos contaminados o de la madre al recién nacido durante el parto). El consumo excesivo de alcohol, las toxinas, algunos medicamentos y ciertas enfermedades que afectan al hígado también pueden causar hepatitis.

La única forma de detectar las hepatitis es mediante análisis de sangre específicos, que se pueden realizar de forma gratuita en cualquier hospital público del país. El Ministerio de Salud de la Nación cuenta con un Programa Nacional de Control de las Hepatitis Virales que promueve el testeo de estas infecciones.

Es importante realizarse chequeos periódicos porque un gran porcentaje de los infectados no presenta síntomas. Una vez obtenido el diagnóstico positivo, es fundamental evitar el consumo de alcohol y medicamentos que puedan ser tóxicos para el hígado.

En cualquier caso, algunos de los síntomas de las hepatitis pueden ser:

  • Aparición repentina de náuseas, vómitos y falta de apetito
  • Cansancio o fatiga
  • Fiebre
  • Malestar general
  • Dolor abdominal y articular
  • Orina oscura y heces pálidas
  • Color amarillo de la piel y mucosas (ictericia)

Formas de prevención:

Vacunarse es la manera más segura y efectiva de reducir el riesgo de infección por hepatitis A y B. La vacuna protege contra la infección en más del 90% de los casos. Para vacunarse no se necesita orden médica ni estudios previos.

Al momento no se dispone de una vacuna para prevenir la infección por hepatitis C.

Otras medidas necesarias para prevenir  la infección son:

  • Mantener la higiene del baño y desinfectarlo regularmente con agua y lavandina.
  • Lavarse bien las manos, en especial después de usar el baño, antes de manipular alimentos y antes de comer.
  • Lavar bien los alimentos antes de prepararlos.
  • Mantener relaciones sexuales seguras (usar preservativo y/o campo de látex).
  • No compartir jeringas, cepillos de dientes ni máquinas de afeitar,
  • Utilizar siempre material descartable o debidamente esterilizado al realizarse tatuajes, piercings, etc.
  • Realizar los controles durante el embarazo
  • Vacunar al niño o niña al momento del nacimiento.

 Fuente: Ministerio de Salud de la Nación

Karina Pontoriero

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