9 agosto, 2024
- Cuando los bebés inician la incorporación de alimentos sólidos, es importante evitar los alimentos procesados y azucarados, incorporando los alimentos según la recomendación del pediatra.
- Ofrecer una variedad de alimentos desde temprana edad. Combinar colores y texturas diferentes para que los niños se acostumbren a diversos sabores.
- Incorporar fuentes de proteínas animales y vegetales (carnes y legumbres), que son esenciales para el crecimiento y desarrollo.
- Limitar el azúcar y la sal, optar por endulzar con frutas naturales y darle sabor a las preparaciones con hierbas y especias.
- Las comidas pueden ser un momento en familia. Esto refuerza los lazos y fomenta buenos hábitos alimenticios.
- Estimular la hidratación adecuada bebiendo suficiente agua a diario. Acotar el consumo de bebidas azucaradas y artificiales.
- Ofrecer porciones adecuadas a la edad y tamaño del niño. Evitar forzarlos a comer más de lo que quieren.
- Participar a los niños de la elección y preparación de los alimentos. Esta acción les brinda sentido de control y puede aumentar el interés en probar nuevos alimentos.
- Los niños aprenden por imitación. Si ven a los adultos comer una variedad de alimentos saludables, es más probable que ellos también lo hagan.
- Si el niño rechaza un alimento puede que necesite varios intentos antes de aceptarlo. La perseverancia es fundamental para incorporar nuevos alimentos.
Una alimentación saludable desde los inicios mejora la calidad de vida y garantiza la nutrición que los niños necesitan. Es importante buscar el asesoramiento adecuado en la consulta pediátrica regular o con el profesional que éste lo indique, si fuera necesario.