Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, es una oportunidad para crear conciencia sobre el impacto de esta afección en la salud de las personas y crear oportunidades para fortalecer la prevención, el diagnóstico y su tratamiento.
La diabetes se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre es demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos. La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para utilizarse como energía. Cuando el cuerpo no produce suficiente insulina -o no la usa adecuadamente-, la glucosa queda en la sangre y no llega a las células. Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas de salud.
La persona con diabetes puede incorporar hábitos para controlarla y mantenerse saludable; estos hábitos también favorecen a su prevención:
- Mantener un peso corporal saludable.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Comer frutas, verduras y hortalizas.
- Aumentar el consumo de fibra.
- Disminuir el consumo de azúcar.
Hacer la prueba de glucosa periódicamente es un hábito prudente en caso de tener diabetes, al igual que los controles periódicos de salud recomendados por el médico de cabecera.