La fibromialgia y la fatiga crónica son condiciones médicas que pueden tener un gran impacto en la vida diaria de quienes las padecen, que oscilan entre el 3 y el 6% de la población mundial.
La fibromialgia es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado, sensibilidad en puntos específicos del cuerpo, fatiga y problemas de sueño.
La fatiga crónica, también conocida como síndrome de fatiga crónica (SFC), se caracteriza por una fatiga extrema o agotamiento que no se alivia con el descanso y que puede estar acompañada de otros síntomas como dificultades cognitivas y dolores musculares.
Las causas no están completamente comprendidas, sin embargo, ciertos factores como los antecedentes familiares, trauma físico o emocional, infecciones virales y trastornos autoinmunes pueden desempeñar un papel en el desarrollo de estas condiciones, que tienen más probabilidad de generarse en las mujeres.
Es importante promover el conocimiento de la realidad de estas enfermedades y fomentar las aportaciones que la psicología puede hacer para mejorar la calidad de vida de quienes las padecen, además de aumentar la conciencia al respecto. La prevención específica puede ser difícil debido a la complejidad de sus causas, pero algunas medidas generales pueden reducir el riesgo de desarrollarlas:
- Mantener una alimentación saludable, equilibrada y nutritiva.
- Realizar ejercicio con regularidad.
- Gestionar el estrés a través de la meditación, la respiración profunda, el yoga o actividades que favorezcan a su manejo.
- Descansar lo suficiente.
- Acudir periódicamente a la consulta médica. La detección temprana favorece el diagnóstico adecuado y el desarrollo de un plan de tratamiento.
El apoyo emocional y la comprensión de amigos, familiares y médicos son fundamentales para quienes viven con fibromialgia y fatiga crónica.