
Todo sobre fibromialgia, la enfermedad que causa dolor crónico
La fibromialgia fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1992 como una enfermedad de reumatismo no articular. Se la llama Síndrome de Fibromialgia porque abarca un conjunto de síntomas que ocurren al mismo tiempo: malestar y dolor en el cuerpo, cansancio extremo y problemas para dormir, entre otros.
Si bien se desconoce su causa, algunos estudios han demostrado que el cerebro de una persona con fibromialgia no procesa el dolor de la misma forma que una persona sin este síndrome. Los niveles bajos de serotonina y norepinefrina –dos neurotransmisores cerebrales- causan una sensibilidad mayor al dolor y ese sería uno de los motivos por los que, quienes padecen fibromialgia, sienten dolor ante estímulos que no suelen ser dolorosos para otras personas. Además, presentan mayor sensibilidad a las temperaturas extremas, los ruidos y las luces brillantes, siempre en comparación con personas sin fibromialgia.
El Síndrome de Fibromialgia afecta a más mujeres que hombres y es más común en personas con obesidad y/o fumadoras. También tienen mayor tendencia a desarrollar la enfermedad quienes presentan alguna otra condición reumática como artritis o lupus o tienen algún familiar cercano con fibromialgia.
Síntomas de la fibromialgia
Entre los síntomas más comunes se destaca el dolor crónico durante períodos prolongados. Lo pueden sentir en todo el cuerpo o en lugares localizados como la espalda o las piernas. Algunas personas sienten un malestar muscular profundo, como si los músculos latieran o se quemaran.
La fatiga crónica sin causa aparente y que no mejora con el descanso es otro síntoma frecuente. Esta fatiga puede ser más intensa durante las mañanas. También pueden sufrir alteraciones en el sueño, ya sea dificultad para dormirse o despertarse varias veces durante la noche.
Otros síntomas asociados a la fibromialgia son: problemas de memoria, cambios de humor, dolores de cabeza frecuentes, períodos menstruales dolorosos, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, sensibilidad a las luces o los ruidos, depresión o ansiedad, entre otros.
Esta multiplicidad de síntomas, en el mediano o largo plazo, afecta la calidad de vida de las personas con fibromialgia en todos los aspectos, incluyendo el laboral y social.
¿Cómo se diagnostica?
La fibromialgia es difícil de diagnosticar. Esto se debe, por un lado, a la diversidad de síntomas que manifiestan los pacientes y, por otro, a que resulta indetectable por análisis de laboratorio, radiografías o biopsias. En estos casos, el examen clínico es fundamental para llegar al diagnóstico. Se puede pensar en fibromialgia cuando el paciente presenta una historia de dolor generalizado de al menos 3 meses de duración, en combinación con sensibilidad en 11 o más de los 18 puntos sensitivos.
La fibromialgia es crónica y no hay ningún tratamiento curativo hasta el momento. Con acceso a información de calidad y abordaje multidisciplinario, cada persona podrá encontrar un tratamiento acorde a sus necesidades para aliviar los síntomas y mejorar su calidad de vida.
Es recomendable realizar actividades aeróbicas moderadas, ejercicios para fortalecer los músculos y/o ejercicios de estiramiento y flexibilidad, como el yoga. La terapia cognitivo-conductual, la meditación o relajación, la musicoterapia y la kinesiología son otras de las disciplinas que ayudan a quienes tienen fibromialgia.
Fuentes:
- Instituto de Neurología Cognitiva (INECO)
- Oficina para la Salud de la Mujer (OWH)