La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica, no transmisible, de múltiples causas (genéticas, cerebrales, metabólicas, etc.), que afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por convulsiones recurrentes, que son episodios breves de movimiento involuntario (espasmos musculares); pueden involucrar una parte del cuerpo (parcial) o todo el cuerpo (generalizado) y en ocasiones se acompañan de pérdida de conciencia y control de la función intestinal o vesical.
¿Cómo responder ante una crisis epiléptica?
- Mantener la calma.
- Si se puede, evitar que la persona caiga al suelo.
- No contener los movimientos de su cuerpo.
- Tomar el tiempo de duración de la convulsión.
- Despejar el área alrededor de la persona de objetos duros o peligrosos, para evitar que la persona se golpee o lesione.
- Aflojar la ropa alrededor del cuello y, si los utiliza, quitarle los anteojos.
- Ponerla de costado para facilitar la respiración y mantener las vías aéreas despejadas para evitar broncoaspiración.
- Colocar algo mullido y suave debajo de la cabeza, una prenda doblada o una toalla, por ejemplo.
- No intentar abrir su boca ni poner ningún objeto duro, ya que podría ahogarse o producirse un daño.
¿En qué casos se debe llamar a la asistencia médica?
- Dificultad para respirar.
- Si no respira, se deberá llamar inmediatamente al servicio de urgencias y emergencias, e iniciar la cadena de sobrevida aplicando maniobras de RCP.
- La convulsión dura más de 5 minutos o se repite.
- La persona está lesionada o embarazada.
- No recupera el conocimiento o su estado habitual.
- Es la primera vez que presenta una crisis.