La primavera es, sin ninguna duda, la época del año en la cual se intensifican más las consultas médicas por alergias respiratorias. Esto sucede por dos motivos: Primero, porque se trata de una estación donde los cambios de temperatura son muy habituales, es decir, se pasa de un clima templado por la mañana y la noche a un clima caluroso durante la mayor parte del día. Los principales síntomas de las alergias respiratorias son la tos, estornudos, picazón y goteo nasal, lagrimeo, entre otros. “La clave está en recibir un diagnóstico adecuado para acertar el tratamiento y no confundir los síntomas con un resfrío” –asegura el Dr. Agustín Apesteguía, Gerente Médico de Acudir.

Existen prácticas cotidianas muy simples a tener especialmente en cuenta para prevenir las alergias respiratorias en primavera entre los más pequeños, por ejemplo, ventilar la vivienda a primera hora de la mañana, reducir las actividades al aire libre, cuidar la higiene personal, evitar el humo del tabaco, alimentarse bien reforzando las vitaminas y minerales y –por supuesto- consultar a un médico especialista y no automedicarse. “Es muy importante que durante este período, los menores que sufren problemas respiratorios incrementen las medidas de prevención” –recomienda el Dr. Apesteguía.

Por otro lado, el aumento en el aire del polen, el polvo y otros contaminantes ambientales hacen que se incremente la incidencia del asma, la varicela y otras enfermedades infecciosas muy comunes entre los niños.

El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que inflama y estrecha las vías respiratorias causando silbidos al respirar, especialmente a los niños menores de 7 años de edad. Y si bien los ataques pueden afectar en cualquier época del año, los más comunes se producen en primavera debido a las infecciones respiratorias causadas por el polen, epitelios de animales, o ácaros del polvo.

La varicela es una de las enfermedades que incrementa durante esta estación del año. Algunos de los principales síntomas suelen ser erupciones en la piel en forma de vesículas rodeadas por tonos rojos, las que son acompañadas de picazón y fiebre. Ante la aparición de estos síntomas, es de suma importancia consultar a un médico lo antes posible.