La leche materna es el mejor alimento para el bebé, es más fácil de digerir que la fórmula y contiene la proporción adecuada de todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo.
Aporta anticuerpos que fortalecen el sistema inmunológico, previene enfermedades infecciosas y crónicas -como Diabetes Tipo 1 y 2- y disminuye la probabilidad de desarrollar obesidad en el futuro.
Promueve el desarrollo cognitivo y saludable.
Contribuye a disminuir la mortalidad infantil.
Favorece la recuperación postparto de la mamá, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, y fomenta el vínculo emocional del bebé con su madre.