La cuenta regresiva para el inicio del ciclo lectivo ya está en marcha. Junto con marzo llegan los horarios, las rutinas, las actividades programadas y demás responsabilidades que pueden, al principio, alterar la vida familiar. Pero es también un buen momento para que los chicos adopten hábitos saludables, que los ayudarán a crecer sanos, prevenir enfermedades y lograr un mejor rendimiento escolar, entre otros beneficios.
Compartimos algunas recomendaciones para padres y madres:
Buen descanso: Es muy importante que los chicos duerman al menos 8 horas. La falta de sueño incide en su energía, ánimo y rendimiento escolar.
Desayunar siempre: No solo mejora su atención y rendimiento, sino que también ayuda a mantener un peso saludable. Evitar las galletitas dulces y golosinas. Optar por tostadas integrales, lácteos, cereales sin azúcar agregada y frutas.
Dieta variada y equilibrada: Lo ideal es que su alimentación sea variada y que todos los días incorporen frutas y verduras. Al estar en etapa de desarrollo y crecimiento, los niños necesitan consumir alimentos que les aporten todos los nutrientes necesarios.
Hidratación: Recordarles que tomen agua con frecuencia no está de más. En lo posible, evitar que consuman gaseosas y jugos azucarados.
Práctica deportiva: Si bien los chicos suelen ser inquietos a hiperactivos, los pediatras recomiendan que en su agenda extra escolar se incluya al menos un día de actividad física para prevenir la obesidad y mejorar el estado anímico. “Antes de comenzar cualquier tipo de actividad física, ya sea en el colegio o fuera del mismo, es necesario realizar un control para tener el apto físico. Es importante que se realicen un estudio cardiológico y análisis de rutina, acorde a la exigencia física, edad y sexo del chico”, aclara la Dra. Deborah Berenstein, Coordinadora de Pediatría de Acudir Emergencias. De la misma forma, sugieren que pasen la mayor cantidad de tiempo al aire libre y que se limite el tiempo frente a pantallas como TV, tablets o celulares.
Buena higiene: Incentivarlos para que incorporen el hábito de lavarse las manos con frecuencia y, de esta forma, evitar la propagación de enfermedades.
Controlar que no haya piojos: Revisar la cabeza de los chicos y pasar el peine fino periódicamente. Ser constantes con estas prácticas es fundamental. En caso de contagio, consultar el tratamiento adecuado con el pediatra o farmacéutico.
Evitar mochilas pesadas: Las mochilas no deberían superar el 10 o 15% del peso de los chicos. Una opción para cuidar la espalda es el uso de mochilas con rueditas.
CALENDARIO DE VACUNACIÓN
Tener en cuenta que los chicos que inician la primara (5-6 años) deben aplicarse tres vacunas: el segundo refuerzo contra la poliomielitis (Sabin); la segunda dosis de la Triple Viral (sarampión, rubéola y paperas) y el segundo refuerzo de la Triple Bacteriana Acelular, que protegen contra la difteria, la coqueluche y el tétanos. La Dra. Berenstein agrega que “junto con este calendario de vacunación, los chicos que ingresan al colegio deben hacer un control ocular y auditivo”.
A los 11 años se aplica una única dosis de la vacuna contra el meningococo y el refuerzo de la Triple Bacteriana Acelular. A esta edad, tanto nenas como varones deben recibir las dos dosis de la vacuna contra el VPH o Virus del Papiloma Humano, que previene el cáncer de cuello uterino.