El agua constituye más de la mitad del peso corporal, dependiendo de la hidratación personal. El agua constituye el 83% de la sangre, el 73% de los músculos, el 25% de la grasa corporal y el 22% de los huesos.
Mantener una hidratación adecuada impacta positivamente en diversas funciones biológicas, incluyendo la circulación sanguínea, la digestión, el funcionamiento de las articulaciones y la eliminación de toxinas.
Beber al menos 8 vasos de agua al día, siguiendo las recomendaciones médicas según factores como sexo, edad y actividad física. Beber agua durante la actividad física y consumir alimentos como frutas y verduras garantizan una hidratación adecuada. También es importante evitar la deshidratación controlando la pérdida de líquidos durante el ejercicio físico y evitando el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, que son altamente deshidratantes.
5 beneficios de mantenerse hidratado en verano:
- Regula la temperatura corporal.
- Previene el golpe de calor y la deshidratación.
- Mejora el rendimiento físico y promueve el bienestar general.
- Protege la piel del sol, manteniéndola saludable e hidratada.
- Garantiza la eficiencia de las funciones corporales esenciales.