El cáncer de piel es el crecimiento anormal de las células de la piel y se manifiesta principalmente en aquellas zonas más expuestas al sol, como la cara, los brazos, las manos o el cuero cabelludo, aunque también puede desarrollarse en lugares que no suelen exponerse a la luz solar como los pies o los genitales.
Los tres tipos de cáncer de piel más comunes son:
- Carcinoma de células basales: Se produce por lo general en áreas expuestas al sol, como el rostro, y puede manifestarse como una lesión del color de la piel similar a una cicatriz o una lesión con costras o sangrante que se cura y reaparece.
- Carcinoma espinocelular: Suele aparecer en áreas del cuerpo expuestas al sol como un nódulo rojo y firme o una lesión plana con superficie escamosa y costras.
- Melanoma: Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, haya estado expuesta al sol o no. A veces son lunares ya existentes que se vuelven cancerosos, pero también puede ser: un área grande y amarronada con pintitas más oscuras; un lunar que cambia de tamaño, forma o color; un lunar que sangra o una lesión pequeña con bordes irregulares y partes de color rojo, rosa, blanco o azul. También puede manifestarse como una lesión que pica, arde o duele o como lesiones oscuras en ciertas partes del cuerpo como palmas de las manos, plantas de los pies, vagina o ano.
¿Cómo prevenir el cáncer de piel?
Ningún método de prevención es 100% infalible, pero hay algunas acciones o hábitos que ayudar a reducir los factores de riesgo. Por ejemplo:
- Usar protector solar UVA/UVB con FPS alto todos los días del año, según indicación del profesional médico.
- Evitar la exposición directa al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, especialmente en verano.
- Protegerse con anteojos de sol y sombreros.
- Evitar el uso de camas solares.
- Controlar periódicamente los lunares o manchas de la piel.
Cuándo consultar un médico
Realizar al menos una consulta anual de control con un médico. Visitarlo especialmente si encuentra una mancha nueva en la piel, si ha notado cambios en sus lunares o manchas, si tiene una lesión en la piel que no se cura o reaparece.
Cuando el cáncer de piel se detecta en sus etapas tempranas, hay más chances de que el tratamiento resulte exitoso.