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Fiebre amarilla: Vacunarse es prevenir la enfermedad

27 enero, 2020 by Karina Pontoriero

La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. Se la denomina “amarilla” porque la ictericia es uno de sus síntomas más comunes. Otros de los síntomas son: fiebre, dolores de cabeza y musculares, náuseas, vómitos y cansancio. Es un virus endémico en las zonas tropicales de África, América Central y América del Sur.

Si bien no hay forma de tratar esta enfermedad, sí se puede prevenir a través de la vacuna. Además, se recomienda el uso de repelentes e indumentaria de mangas largas y colores claros y se sugiere a quienes viven en sitios de riesgo que tengan mosquiteros, usen aire acondicionado y/o ventilador y eliminen los recipientes con agua que permiten la proliferación de la especie que transmite esta enfermedad. Vale aclarar que la fiebre amarilla no se contagia de persona a persona ni a través de objetos.

Los primeros síntomas: Se presenta mucha fiebre de forma repentina, escalofríos y dolores de cabeza. Las formas más graves de la enfermedad producen hemorragias, insuficiencia renal y falla orgánica múltiple que puede causar la muerte. Por eso es fundamental consultar con un médico ante la presencia de los primeros síntomas y no automedicarse (los antifebriles comunes podrían empeorar el cuadro).

Sobre la vacuna contra la fiebre amarilla

El Calendario Nacional de Vacunación para quienes viven en zona de riesgo (provincia de Misiones y Formosa y algunos departamentos de Chaco, Corrientes, Salta y Jujuy) incluye:

  • una dosis de la vacuna para niños y niñas de 18 meses
  • un refuerzo a los 11 años

También deben aplicarse la vacuna las personas que viajen a zonas con circulación activa comprobada de fiebre amarilla y no presenten contraindicaciones para recibirla.

¿Quiénes no se pueden vacunar?

La vacuna contra la fiebre amarilla está contraindicada para:

  • Los menores de 6 meses
  • Embarazadas
  • Personas con antecedentes de alergia a cualquiera de los componentes de la vacuna como huevo, proteínas de pollo o gelatina
  • Personas con alteraciones del sistema inmune, incluyendo la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH)
  • Personas con enfermedad del timo, miastenia gravis, síndrome de Digeorge, tumores malignos, trasplantes de órganos y patologías que requieran tratamientos con inmunosupresores y/o inmunomoduladores.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación


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