Día Mundial sin Tabaco

Dejar de fumar es una de las medidas más importantes que se pueden tomar para cuidar la salud. Esto es independientemente de la edad o el tiempo que se lleve fumando.
Dejar de fumar:
- Mejora el estado de salud y la calidad de vida.
- Reduce el riesgo de muerte prematura y puede incrementar hasta 10 años la expectativa de vida.
- Evita el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
- Reduce considerablemente el riesgo de padecer cáncer de pulmón, boca y garganta (cavidad oral y faringe), laringe, esófago, estómago, hígado, páncreas, entre otros.
- Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Mejora la salud reproductiva.
- Beneficia a las personas que ya tengan un diagnóstico de cardiopatía coronaria o de EPOC.
- Beneficia la salud de las mujeres embarazadas, el feto y el bebé.
- Reduce la carga económica de las personas que fuman.
Abandonar el cigarrillo a cualquier edad produce beneficios; hacerlo cuanto antes mejorará los resultados, incluso para las personas cuyo tabaquismo lleva un tiempo prolongado.
Dejar de fumar es la mejor manera de proteger a la familia, los compañeros de trabajo, las amistades y otras personas que rodeen al fumador, de los riesgos de salud asociados a la inhalación de humo de segunda mano.
También ofrece beneficios sensibles en el aspecto y la vida diaria:
- Las comidas tienen un mejor sabor.
- El olfato vuelve a ser normal.
- Aliento, cabello y ropa huelen mejor.
- Dientes y uñas dejan de tener un color amarillento.
- Las actividades que usualmente generan dificultad para respirar (por ejemplo, subir escaleras o el quehacer doméstico) se comienzan a realizar mejor.
- Puede permanecer en edificios que son lugares libres de humo sin tener que salir para poder fumar.
- Detiene los efectos dañinos del tabaco en la piel (arrugas prematuras), enfermedades de las encías y pérdida de dientes.