
Día Mundial sin Tabaco
Abandonar el tabaquismo es una de las decisiones más importantes para preservar la salud.
Su prevención contribuye significativamente a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), el enfisema pulmonar, distintos tipos de cáncer —como el de pulmón, laringe, boca, esófago y vejiga—, y enfermedades cardiovasculares, entre ellas el infarto agudo de miocardio, el ataque cerebrovascular (ACV) y la hipertensión arterial.
Dejar de fumar mejora la salud desde el primer día:
- Aumenta la capacidad pulmonar.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Favorece la calidad del sueño.
- Reduce la fatiga.
- Mejora la calidad de vida en su totalidad.
Además, disminuye la exposición de las personas del entorno al humo de segunda mano, especialmente niños y adultos mayores.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco provoca más de 8 millones de muertes al año en el mundo, incluyendo a personas no fumadoras expuestas al humo ajeno.
Dejar el tabaco es posible, y sus beneficios comienzan de inmediato. Iniciar con el asesoramiento médico adecuado es el primer paso.