Hongos, quemaduras solares, deshidratación, otitis o alergias son las enfermedades más comunes del verano. El contacto frecuente con el agua, humedad y las altas temperaturas son algunos de los factores que favorecen su desarrollo.
Con solo tomar algunas precauciones se pueden prevenir estas enfermedades:
Deshidratación
Las personas mayores y los niños son los principales grupos de riesgo. La mejor forma de evitar o revertir la deshidratación es tomando mucha agua e incluyendo bebidas isotónicas (tipo Gatorade). En días muy calurosos no hay que esperar a tener sed para beber.
Intoxicación
Es fundamental asegurarse de que los alimentos a consumir estén en buen estado. El calor puede acelerar el proceso de descomposición y causar diarreas, vómitos o náuseas, con la consecuente pérdida de líquidos. ¿Cómo prevenir? Mantener la cadena de frío, guardar los alimentos donde no haya moscas u otros focos de gérmenes y lavarse bien las manos antes de manipular los alimentos.
Quemaduras solares
Dos reglas fundamentales: Usar protector solar y renovar su aplicación cada 2 horas o después de salir del agua es clave para prevenir quemaduras. En lo posible, no exponerse al sol entre las 11 y las 16 hs.
Alergias y picaduras
Las picaduras de insectos pueden generar inflamaciones, infecciones o fiebre. En el caso de los mosquitos es importante estar atentos si se presenta alguno de los síntomas asociados a Dengue, Zika o Chikungunya. Si la picadura es de alacrán, se debe aplicar hielo y consultar a un médico. Cuando la que pica es una abeja o avispa hay que quitar el aguijón con algún elemento sin filo, como una tarjeta de crédito.
Prevención:
- Usar repelente y aplicar nuevamente cada 4 o 6 horas y luego de salir del agua.
- Si es posible, colocar mosquiteros en las ventanas o cubrir cunas y camas con tul.
- Mantener la casa limpia, no acumular escombros, vaciar tachos que acumulen aguar y renovar diariamente el agua de las mascotas.
- Sacudir la ropa antes de vestirse y las sábanas antes de acostarse.
Hongos
El uso de piletas, duchas y baños públicos permite la proliferación de hongos. La mejor forma de evitarlos es usar ojotas, incluso en la ducha, y secarse bien el cuerpo y entre los dedos luego de cada baño.
Otitis
Permanecer mucho tiempo en el agua favorece la otitis, que no es otra cosa que una infección en el oído. Puede producirse por acumulación de agua en el oído, que se complica si esa agua tiene bacterias. Se previene limpiándose y secándose bien los oídos al salir del agua. También se pueden usar tapones.